Hace tan sólo unos días, un embajador ruso ha ofrecido a Alemania y, por extensión, a la Unión Europea, desoír el tratado de “libre comercio” (absorción monetaria) ofrecido por Estados Unidos y unirse a la recién nacida Unión Euroasiática que, en la práctica, sería unirse al BRICS. Que, de hecho, ya está suplantando al FMI y sus “bancos de desarrollo” en buena parte de Asia. Dado que estos días se han formalizado acuerdos entre diferente instituciones hispanoamericanas con China (incluida la petrolera Venezuela, donde suena el bólivar-oro), cada vez es más real que ha surgido una alternativa al dinero fiduciario y la revisión del sistema monetario que usa el Planeta se convierte en algo cercano, posible.
Por Rafapal
La estrategia para acabar con la oposición por parte de los actuales poseedores del sistema monetario es muy clara: destapar sus escándalos pederastas. Algo que día tras día va avanzando hasta comenzar a tocar a altas personalidades como Bill Clinton, al que ya se está señalando como uno de los compinches del banquero judío Jeffrey Epstein y el Príncipe Andrés de Inglaterra.
A medida que van apareciendo informaciones y el tema se convierte (se ha convertido ya) en una tendencia planetaria que no se detiene, la conexión de las redes pedófilas con las élites sionistas que rigen el dinero a través de los paraísos fiscales queda completamente demostrada.
Como ha quedado comprobado, el financiero judío Epstein organizaba orgías con niñas (¡y niños!) en una isla de su propiedad en el Caribe. Hoy aparece en RT que las autoridades de la isla británica de Santa Helena han ocultado una cadena de violaciones a niños.
En estos días ha aparecido que la hija del magnate de medios de comunicación y parlamentario inglés, Robert Maxwell, era la alcahueta que conseguía niñas para las orgías del judío Epstein. ¿Que quién fue Robert Maxwell? Pues fue el competidor de Rupert Murdoch en el campo de la prensa amarilla, editor de The Sun, y, según concede la propia Wikipedia, judío y agente de El Mossad.
O sea, que se vuelve a repetir el ya clásico esquema de los servicios secretos israelíes organizando orgías con niños para luego grabarlas y hacer chantaje a esos altos jerarcas para que apoyen la causa judía.
Como digo, el desarrollo de los acontecimientos está siguiendo el camino de las informaciones que he venido publicando en todos estos años. Por pura lógica, el nombre de la isla de Jersey (en el canal de La Mancha) donde se produjeron asesinatos de niños después de estas mismas orgías, en los que estuvo implicado el maléfico locutor de la BBC Jimmy Saville, deberá aparecer. Si os fijáis, la mayor parte de ellos se producen en diminutas islas, que es la prueba de lo que vengo sosteniendo hace años: son los mismos piratas que hoy día son glorificados por las películas de Hollywood (Johnny Depp) los responsables del robo de nuestro dinero y de nuestros niños. ¡Eso es lo que hacían y siempre han hecho!
Y de ahí, del caso de la Isla de Jersey se deberá pasar al caso Dutroux (Bélgica), Alcasser (España) y las escuelas pías (Portugal), entre otros.
Si os fijáis, todos los países importantes todavía siguen gobernados por los sionistas (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Bélgica, España, Holanda, Portugal, Canadá y Australia) están enfocados en estas tramas que deberán acabar con la oligarquía dominante porque la práctica totalidad está implicada.
Mientras tanto, Rusia Today sigue enviando mensajes cada vez más subliminales acerca de que la verdad sobre el 11-S está a la vuelta de la esquina, mientras nos asustan con un nuevo miembro de la dinastía Bush como jefe de gobierno.
Sin duda alguna que estos escándalos han de ser el antídoto para paralizar una reacción sionista, razón por la cual hay que darlos máxima difusión y seguirlos con atención.
PD: Rusia Today informa ampliamente sobre el caso, como veréis más abajo, pero todavía es más interesante que empiezan a aparecer informaciones que ligan esas redes con el asesinato de niños. Fijaos en lo que dice el corresponsal de RT en Londres, a partir del minuto 5 de la información, haciendo alusión a las redes pedófilas del Parlamento británico.