Lenín supo que él podría romper la base de apoyo de los Blancos dañando a los campesinos. La confiscación sistemática de los productos agrícolas dio paso a una terrible hambruna que, a su vez, causó epidemias de tifus y otras severas enfermedades. Las personas comenzaron a saquear. La situación fue caótica. El hecho que el grano confiscado fue vendido en el extranjero fue ocultado del público. De esta manera Lenín usó el hambre como arma contra sus enemigos.
Otra razón para el hambre fue establecer el régimen Bolchevique y reducir la población rusa, según Vladimir Soloukhin («A la Luz del Día», Moscú, 1992, pág. 52). La situación se deterioró drásticamente. Por consiguiente, los Bolcheviques tuvieron que dejar de confiscar el grano en 1921, pero ya era demasiado tarde.
Diez millones de personas estaban muriendo de hambre en julio de 1921. Durante el invierno de 1921-1922, 35 millones de personas estaban sin comida. (Artículo de Vladimir Berelovich «La Diplomacia de la Inanición» en el periódico semanal Russkaya Mysl, París, 27 de septiembre de 1985) Lenín se aprovechó de la situación y preparó trampas con los alimentos, los ‘Torgsin’ dónde las personas podían comprar macarrones, manteca de cerdo, granos, con oro o divisas. Todos aquellos que intentaban comprar algo, fueron detenidos inmediatamente y se les quitaba todo su oro. También les obligaron a que explicaran dónde tenían su dinero.
Millones de vidas fueron salvadas por varias organizaciones privadas de Suecia y de los Estados Unidos – sobre todos por ARA ( Administración de Ayuda norteamericana).
ARA recolectó 70 millones de dólares (56 millón de estos venían de donaciones de norteamericanos). Este dinero fue suficiente para comprar comida para 18 millones de rusos.
Lenín había recolectado 400 millones de rublos en oro de Kiev, 500 millones de Odessa y 100 millón de Kharkov, pero no sintió la más mínima inclinación para regalar algo de esto a los hambrientos. Anunció: «¡Nosotros no tenemos dinero! » (Igor Bunich, «El Partido del Oro», St. Petersburgo, 1992, pág. 85.) Entretanto, las bandas de criminales y ladrones que Trotsky había liberado, continuaban saqueando el país gratuitamente. Después, Mao Zedong en China también usó a los delincuentes. El hambre amenazaba llevar decenas de millones de personas a la tumba. El canibalismo surgió en las áreas más duramente golpeadas.
Un comité llamado ‘Pomgol’ fue establecido para ayudar a los hambrientos. Los más eminentes ciudadanos de Rusia se unieron a este grupo. Lo que sucedió después fue perfectamente repulsivo. El comité aún no terminaba de formarse cuando todos sus miembros, excepto Máxim Gorky y Vera Figner, fueron arrestados. Habían distribuido comestibles y medicinas. A los bolcheviques no les gustó el hecho que los miembros del comité habían hablado sobre la causa del hambre, lo que aumentó la crítica contra el Comunismo de Guerra. Cuando el comité había sido disuelto, toda la ayuda cesó (la película de Stanislav Govorukhin «Nuestra Perdida Rusia»). El ARA fue acusado de espionaje.
Cinco millones de personas murieron de inanición durante 1921-22, según las fuentes oficiales. Los emigrantes afirmaron que la cifra real era superior significativamente. La prensa rusa también ha demostrado esto, más recientemente.
Lenín fue el responsable de todas esas vidas.
El cruel Comunismo de Guerra no funcionaba, a pesar de las inmensas cantidades de ayuda extranjera, ya a principios de 1921, Lenín fue obligado a decir: «¡Esto se acabó!». Sin embargo, la élite financiera internacional no quiso rendirse, pronto se tomaron medidas colosales y a principios de marzo de 1921, Lenín anunció que una nueva política económica – la NEP – entraría en vigor. Esto fue hecho para salvar al Comunismo de su crisis económica y para calmar las muchas revueltas de los campesinos a través de Rusia, ya que éstos eran otra causa contribuyente importantes de la introducción del NEP.
Lenín permitió a los extranjeros iniciar las llamadas compañías de concesión, dónde los occidentales poseían el 51 por ciento y la parte soviética poseía el 49 por ciento. Antony Sutton enfatizó en un artículo, que la censura soviética hizo todo lo que estaba en su poder después, para borrar toda la información sobre estos negocios cooperativos de los libros de historia.
Lenín llamó a esta campaña de reformas «La política de dos pasos adelante un paso atrás». Proclamó que las puertas estaban abiertas al capital extranjero y a la tecnología Occidental. Animó la iniciación de aventuras privadas dentro de la agricultura, de los servicios y de los pequeños negocios en el hogar. Desde 1922, Lenín permitió la fundación de 330 compañías cooperativas y otras 134 empresas, que tenían parte en ayuda técnica. El 21 de febrero de 1922, Pravda escribió sobre cómo la Corporación ‘American Barksdall Corporatio’ comenzó a entregar modernos equipos para la industria petrolera en Baku.
Singer fue otro negocio, que fundó una compañía de concesión en 1925. Los Bolcheviques tomaron después, completamente esta empresa. Muchas otras compañías pudieron, por un período subsiguiente, cooperar bastante abiertamente con los Comunistas e incluso sacar sus ganancias de la Unión Soviética. Esos hombres de negocios incluyeron a Armand Hammer y W. Averell Harriman quien llegó a ser el embajador norteamericano en Moscú en 1943. Esta cooperación abierta continuó hasta 1937 en ciertas áreas.
El 28 de octubre de 1921, Lenín le entregó al empresario judío, Armand Hammer, lo que llegó a ser un monopolio. Su familia había emigrado de Odessa a Norteamérica dónde había fundado el Partido comunista norteamericano junto con su padre. Más tarde, puso todo en orden para representar a 38 compañías norteamericanas (incluyendo a Ford) en Moscú. Hammer cooperó con casi todos los líderes comunistas. Se reunió con Gorbachev por primera vez el 18 de junio de 1985. Stalin fue el único que le dio algunos problemas. En 1930, Stalin se negó a tratar con Hammer y le obligaron a que cesara sus actividades en Moscú. La razón para esto fue que Hammer, había cooperado demasiado estrechamente con León Trotsky.
Lenín, como fue previamente mencionado, estaba más interesado en apropiarse de propiedades y de la riqueza de los rusos que en practicar el socialismo Utópico. Los socialistas suecos, también, en nombre de la «justa distribución», han transformado a sus ciudadanos en esclavos de impuestos de la élite financiera.
En esta situación, el pillaje realizó una escalada. Fue principalmente «el judío avaro«, Armand Hammer quien llevó las joyas y objetos de arte de los Zares y de los aristócratas a norteamérica dónde eran vendidos a otros judíos ricos. (Todo esto según Svenska Dagbladet, 30 de marzo de 1987) Hammer comenzó su «negocio» con Lenín intercambiando joyas y pieles por comestibles que los rusos podrían haber producido y hasta les sobraría si Lenín no hubiese destruido su capacidad de hacerlo. Ésta era una parte del plan de los bandidos.
De esta manera, el ‘huevo Faberge’, las tiaras cubiertas de diamantes y los iconos que habían sido robados en las iglesias terminaron en las manos de Armand y su hermano Víctor Hammer. Cuando sus suministros se acababan, nuevos bienes robados eran llevados desde la Unión Soviética; esto no presentaba dificultades ya que los jefes de los bandoleros en Moscú siempre estaba ávidos de engordar un poco más sus cuentas bancarias en el extranjero con la ayuda de Armand Hammer y de otras formas.
Lenín había dicho a Armand Hammer: «La Rusia soviética necesita capital norteamericano y ayuda técnica para conseguir las ruedas que rueden nuevamente».
(Dagens Nyheter, 25 de de noviembre de 1984) Cuando Hammer aterrizaba después en Moscú, en su avión privado, nunca necesitó pasar por el control de pasaportes o bienes. Todos eran iguales, pero parece que algunos eran más iguales que otros. «Fue Lenín quien me convenció que me transformara en un capitalista», Hammer declaró después.
En 1980, el comunista y multimillonario Hammer «donó» a Moscú, el Sovincentre, un gigantesco bloque de oficinas, para vigilar más estrechamente sus intereses. Las fábricas químicas de Hammer en la Unión Soviética, devastaron el ambiente natural así como la salud de las personas (por ejemplo, en Ventspils en la ocupada Letonia). Pero él no se preocupaba. La cosa más importante eran sus ganancias. ¡Él nunca tenía suficiente! Hammer no ocultó su actitud satánica: «Quien dice la verdad no tiene ningún futuro. El futuro se construye exclusivamente en las mentiras.» Esas mentiras se les han vuelto ahora a los mentirosos.
Durante el período de la NEP, Lenín realizó también la maniobra política de cambiar el nombre del Cheka al GPU (Staff de Política Gubernamental) el 6 de febrero de 1922. Devolvió varias compañías a sus dueños originales, pero ellas fueron reconfiscadas después.
En junio de 1925, el jefe del GPU en el área de Lubensk (en Ucrania), Dviyannikov, envió una circular secreta a sus jefes distrito. Dviyannikov le decía al GPU que mantuvieran un perfil bajo durante el pasivo período de la NEP, pero que guardaran la información recolectada sobre los enemigos del régimen soviético, para que estuvieran listos para descargar golpes mortales contra estas fuerzas en el momento adecuado.
Animó que sus subordinados fueran más activo espiando en las personas para que las listas estuvieran completas cuando fuese el momento para empezar a liquidar a los enemigos del pueblo, cuyas sonrisas de alivio podrían pronto ser reemplazadas por muecas de miedo. Estaba esperando que los enemigos se dieran a conocer ellos mismos.
La propaganda soviética ávidamente ha extendido el mito sobre la amenaza occidental al sistema comunista en Rusia. A esta propaganda le faltó completamente la sustancia, sin embargo. Esto puede demostrarse fácilmente con los siguientes hechos. En marzo de 1924, el Comandante en jefe Mikhail Frunze, exigió que el Ejército Rojo sea disuelto porque se había convertido en una banda de ladrones y criminales. Esto fue hecho – en el secreto más completo. Sólo los comandantes permanecieron.
Así que, la Unión Soviética estuvo, en la realidad, sin ejército a lo largo del verano de 1924. Frunze comenzó a construir un nuevo ejército sólo en el otoño de 1924, cuando él logró reunir, como servicio obligatorio, un gran número de campesinos jóvenes. Los círculos principales en occidente sabían de este hecho, pero lo ocultaron del público. Ellos no tenían ningún deseo de eliminar el Comunismo, aunque ellos sabían que el Comunismo era un tipo de sistema en que se hicieron grandes esfuerzos en resolver problemas que nunca habrían existido sin el Comunismo…
veámonos en ese espejo