Entre el 6 de marzo y el 27 de junio de 1953 (113 días), la Unión Soviética fue controlada completamente por los judíos, encabezados por Lavrenti Beria. Él obligó a Georgi Malenkov a que renunciara como cabeza del Partido el 14 de marzo.
(Malenkov murió en Moscú en enero de 1988 a los 86 años de edad.) Nikita Khrushchev fue nombrado Vice Secretario General.
Al Partido comunista le faltó un líder oficial hasta septiembre de 1953, cuando una reunión del Comité Central confirmó la posición de Khrushchev oficialmente como líder del Partido. Fue Kaganovich y Molotov quienes ayudaron que Khrushchev se librara de Malenkov. Debe declararse aquí que este período no fue tan caótico como Khrushchev sostiene después. Los documentos secretos son explícitos al respecto.
El profesor de historia Boris Starkov presentó estos documentos en su artículo «¿Los 100 Días del Mariscal de Lubyanka o Lavrenti Beria fue un Reformador? » (Periódico Fontanka en St. Petersburgo, 9 de noviembre de 1993.) El 23 de marzo, Beria emitió un decreto que liberaba más de un millón de presos políticos. Tenía planes para reformar el sistema GULAG. El 16 de junio de 1953, propuso que el sistema del trabajo forzado debía abolirse ya que era ineficaz y falto de perspectivas. También propuso que debían revisarse todos los casos de personas en que se había probado actividades contrarrevolucionarias.
Recomendaba que todas esas personas debían ser rehabilitadas y que se debería pagar por los daños y perjuicios a las víctimas inocentes. Incluso quería que los deportados fueran liberados. Fue Beria quien revocó todos los cargos contra los médicos judíos.
Lavrenti Beria fue incluso más allá. Prohibió todos los eslóganes comunistas antes del desfile de celebración de la victoria el 9 de mayo de 1953. El 27 de mayo, propuso detener el desarrollo del Socialismo en Alemania Oriental, permitiendo que se reunieran ambas Alemanias, sobre una base burguesa.
Para la Unión Soviética, sin embargo, sostuvo algunos planes inaceptables. Beria quería vender los estados bálticos a los poderes Occidentales. Lo dijo el agente de la KGB, Georg Meri ( padre del ex presidente de Estonia, Lennart Meri), quien llegó a ser Primer Ministro de la democracia independiente de Estonia.
Fue Khrushchev quien primero habló de los planes de Beria para entregar los países bálticos. El 12 de junio de 1953, Beria dio las órdenes para que los rusos en las repúblicas bálticas retornaran a Rusia y permitieran a las autoridades locales asumir el poder. Esta orden se efectuó inmediatamente.
Beria fue el primero en comenzar a abolir el culto a Stalin. Era extraño, entretanto, descubrir la firma de Kaganovich en tantas propuestas de cambio. Beria comenzó a alentar a Khrushchev y a Bulganin para tomar el poder oficialmente, pero éstos, junto con Malenkov, decidieron detener las reformas de Beria, que habían asustado al aparato del Partido hasta la muerte. Ellos querían que fuese arrestado.
El Mariscal Georgi Zhukov, dirigió la operación para arrestar a Beria en la reunión del Politburó el 27 de junio de 1953. El juicio a Beria y a sus seis hombres más cercanos, se realizó entre el 18 y 23 de diciembre de 1953.
Todos ellos fueron sentenciados a muerte y ejecutados el mismo día que se dictó la sentencia – el 23 de diciembre.
Kaganovich ayudó a liquidar a Beria. Había esperado ganar el poder para sí mismo y estaba muy defraudado cuando Nikita Khrushchev fue elegido como nuevo líder del Partido comunista en septiembre de 1953. Nikita había sido antes su alumno y subordinado.
Había sido un simple minero con apenas alguna educación cuando se encontró con Kaganovich. Pero se casó con una judía, Nina Gorskaya. Khrushchev había arrestado al hijo de Stalin, Vasili, el 28 de abril de 1953, ya que este había acusado abiertamente al Politburó, del asesinato de su padre. Vasili fue sentenciado a ocho años de trabajo forzado. Su falsa imputación al Mariscal Alexander Novikov se usó como pretexto para el juicio. Fue liberado pronto sin embargo, y se le entregó una pensión. Vasili fue encontrado muerto en su cama medio año después.
En 1953, había 12 millones de prisioneros en los campos y 8 millones de soldados en el ejército (quiénes tenían una vida aún más dura) así como 30 millones de campesinos que trabajaban virtualmente por nada en los kolkhozes y 40 millones trabajando bajo las mismas condiciones en las industrias, según Vladimir Soloukhin.
Kaganovich decidió esperar por una oportunidad conveniente para deponer a Khruschev y tomar el poder para sí. En 1957 intentó provocar un golpe junto con Malenkov, Molotov y otros conspiradores, pero fue Khrushchev quien tuvo éxito en aplastar a Kaganovich y su grupo.
Khrushchev expuso a Kaganovich completamente en la reunión del Partido en junio de 1957. Le dijo a la dirección del Partido que Kaganovich había ordenado disolver un número increíble de importantes funcionarios del Partido y funcionarios civiles en base a falsas acusaciones.
Khrushchev también presentó evidencias – las órdenes escritas de Kaganovich a las cortes de justicia, sus propuestas al NKVD y los telegramas a Stalin conteniendo declaraciones difamatorias. Finalmente, Khrushchev acusó a Kaganovich del asesinato intencional de por lo menos 20 millones de ciudadanos soviéticos.
Kaganovich telefoneó a Khrushchev para rogar por misericordia. Él no quería ser ejecutado. Khrushchev le contestó: «¿Pero que deseabas hacerme a mi?» Como castigo, el líder del Partido envió a Kaganovich de 64 años a los Urales dónde fue nombrado director de una fábrica de amianto en el pueblo de Asbest. Molotov fue enviado como embajador a Mongolia.
Ocho pueblos que habían sido nombrados en honor a Kaganovich, incluyendo Kaganovichibad y Kaganovichesk, recibieron nuevamente sus antiguos nombres. El metro en Moscú cambió su nombre a Lenín. Los funcionarios top del Partido habían alcanzado un acuerdo para detener la matanza de unos a otros.
Hubo un crimen, sin embargo, que Khrushchev calló totalmente, ya que estaba involucrado en él. En 1946 algunos problemas surgieron con los Ukrainianos que obstinadamente continuaban su resistencia pasiva.
Khrushchev que había sido el primer secretario del Partido en Ucrania, tenía grandes dificultades, a pesar de haber recibido las instrucciones de Stalin, de romper la resistencia de los Ukrainianos con una hambruna artificial. Falló en esta misión..
Esto fue la razón por la que Stalin le depuso temporalmente, y envió a Kaganovich como primer hombre del Partido en Ucrania.
Kaganovich fue (como siempre) tan eficaz que dos millones de personas murieron en la nueva hambruna. La resistencia de los Ukrainianos se rompió. Stalin estaba contento.
Este horrible crimen fue silenciado en occidente y cuando salió a la luz en un futuro, la prensa occidental no quiso admitir que había sido el trabajo de Kaganovich.
Ellos culparon de todo a Khrushchev que era un Gentil.
Después de cometer este terrible crimen contra la humanidad, Kaganovich retornó a Moscú entregando nuevamente el poder en Kiev a Khrushchev. Ésa fue la razón por qué Khrushchev no deseaba mencionar esto junto con los otros crímenes de Kaganovich.
Sin embargo, este no fue el único crimen que cometieron juntos,. A principios de 1954, la dirección del Partido de más alto nivel (Khrushchev, Malenkov, Kaganovich que era entonces Vice Primer Ministro) dio la orden para probar la explosión de una bomba atómica en seres humanos el 14 de septiembre en el mismo año.
La bomba fue detonada 500 metros sobre el nivel de la tierra, explotó con una fuerza de 40 kilotones. La bomba atómica que destruyó Hiroshima e inmediatamente mató a 80.000 personas (13 kilotones), ni se aproximaba al poder de destrucción de aquélla. El experimento tuvo lugar en los Urales cerca del pueblo Totskoye, entre los pueblos Kuibyshev y Orenburg, a 970 Km. al este de Moscú (Izvestiya, 14 de agosto de 1993).
Las autoridades soviéticas querían averiguar qué tan pronto se podría enviar las tropas a una área dañada por la radiación. 44.000 soldados fueron obligados a entrar en el área, sólo 20 minutos después de la explosión. Los soldados, sin saberlo, habían sido sentenciados a la muerte.
Las autoridades no se molestaron en pensar en la población local al no considerar la dirección del viento. La población incluso, nunca fue advertida. El nivel de la radiación era 10 veces (50 Roentgen) superior al nivel considerado por los norteamericanos como el más alto en el nivel de seguridad para los seres humanos. Era imposible usar máscaras de gas, ya que la temperatura en el área, era de 45º grados Celsius (113 grados Fahrenheit). Más de un millón de personas vivían en el área (dentro de un radio de 150 km. del epicentro).
Entre los participantes estaba el Capitán Yuri Sorokin, que, después de la caída del Comunismo, demandó al Ministerio de la Defensa de Rusia por 52 millones de rublos.
El Mariscal Zhukov siguió el experimento desde un bunker a 25 Km. de distancia.
El Ministro de la Defensa, Nikolai Bulganin, pensaba que el experimento había sido un éxito. Después de la Segunda Guerra Mundial, los Comisarios del Pueblo de la Unión Soviética recibieron la denominación más civilizada de Ministros.
Similar dureza se mostró durante la Segunda Guerra Mundial cuando los británicos le ofrecieron a los Comunistas detectores de minas, pero un general del Ejército Rojo se negó a ello, diciendo: «¡No necesitamos eso, tenemos las personas para ese propósito!» El NKVD enviaba a los prisioneros políticos para limpiar los campos minados bajo amenaza de muerte, según el historiador Nikolai Tolstoy.
En 1957, otra bomba atómica explotó accidentalmente en el área. Esta vez se evacuaron a 10.000 personas.
Puede mencionarse aquí, de pasada, que unos judíos norteamericanos, la pareja Julius y Ethel Rosenberg y sus ayudantes. Morton y Sobel, entregaron toda la información necesaria para la construcción de la bomba atómica a los físicos top en la Unión Soviética (entre otros el judío León Landau).
Stalin vio 286 informes sobre el desarrollo de la bomba atómica. Klaus Fuchs estaba entre los informantes. Beria fue nombrado Jefe del proyecto de la bomba de átomos soviética. El FBI era consciente de esto, pero entró en acción sólo cuando la información estaba segura en las manos soviéticas. Nadie estaba interesado en la posibilidad de liquidar el Comunismo amenazando el régimen soviético con armas atómicas.
116 explosiones atómicas sobre la tierra y 370 debajo de la tierra, tuvieron lugar en Semipalatinsk entre 1949 y 1989. La fuerza de las explosiones llegó hasta los 150 kilotones. 800.000 personas tienen severas lesiones de la radiación hoy en día.
Su material genético ha sido destruido. Uno de cada tres niños presenta malformación, tiene cáncer o fallas en su sistema inmunológico. Investigadores declaran que la próxima generación no podrá vivir. (Dagens Nyheter, 23 de febrero de 1992) Stalin había practicado todos los principios del Marxismo-leninismo, aseguró la dictadura, liquidó el mercado libre, abolió la idea de ética, degradó a los intelectuales, animó la lucha de clase cruzando los límites nacionales, intentó exterminar la religión, esclavizó a los obreros (quién comenzaron a beber en lugar de trabajar).
Pero las diferentes razas no quisieron mezclarse entre sí, los creyentes no deseaban abandonar sus credos, los campesinos odiaban el trabajar en granjas colectivas (y se pusieron sumamente perezosos porque les obligaron a trabajaran para que otros ganaran).
Los Comunistas fallaron en todo y lograron aniquilar una inmensa cantidad de personas en el proceso – los enemigos de la clase y los enemigos del Pueblo que habrían perturbado la construcción de la sociedad Illuminista.
Los Comunistas fueron obligados a comprender finalmente que su sistema era totalmente irreal, tal como sus antagonistas lo habían afirmado desde el principio. El Homo Sovieticus se transformó en una herramienta sin valor. Era imposible continuar.
Los Comunistas sufrieron todo tipo de retrocesos. Hubo algunos que empezaron a arrepentirse de sus crímenes, como Malenkov que se puso religioso en su vejez y se le vio en muchas iglesias en Moscú y sus alrededores. Tenía bastante para expiar.
Lazar Kaganovich no estaba entre aquellos que sintieron arrepentimiento por sus acciones.
Murió en la tarde del 25 de julio de 1991, a los 97 años. Sus métodos inmensamente crueles no habían llevado a ninguna parte. Su vida es una lección terrible para todos los que realmente desean aprender de los errores de otros.