Lazar Kaganovich hizo una carrera maravillosa después de ayudar a que Stalin impusiera silencio a Nadezhda Krupskaya y, a través de ella, se apropiara de las riquezas que Lenín había enviado a Suiza. Después hizo una contribución significante al enfrentamiento contra Trotsky.
Krupskaya se puso demasiado molesta para Stalin ya que ella, Kirov y Ordzhonikidze habían exigido que Stalin debía ser reemplazado por Trotsky. En una reunión de los líderes del Comité Central, Kaganovich exigió que Krupskaya debía cesar toda actividad política y que no debía permitírsele nuevamente asistir a las reuniones del Comité Central y que ella debería quedarse callada.
De otra forma, el Partido informaría al público que Yelena Stasova había sido la esposa real de Lenín y que Krupskaya había sido simplemente su amante. Krupskaya cedió. Por esa contribución, Lazar Kaganovich fue promovido a miembro del Politburó y jefe del Partido de Moscú. Previamente había mantenido el puesto de Secretario General de los sindicatos, entre otros.
Stalin le explicó personalmente a Krupskaya qué destino le esperaba si ella no transfería la fortuna de Lenín a Moscú. El Partido podría presentar Roza Zemlyachka incluso como la viuda de Lenín. Krupskaya cedió y reveló las locaciones y números de cuenta que Stalin necesitaba para llegar al oro de Lenín.
En ese punto, Lazar Kaganovich comenzó realmente a dirigir el cruel terror de Stalin. Pero para volverse una eminencia gris en el Kremlin él también necesitaba una «Esther» junto a su gobernante. La oportunidad se presentó cuando Stalin asesinó a su segunda esposa, Nadezhda Alliluyeva, en un ataque de rabia el 9 de noviembre de 1932.
Muchos historiadores no dudan que Stalin realmente estranguló a su esposa después que ella lo acusó de genocidio. Stalin ya estaba irritado sobre la relación lesbiana de su esposa con una Judía, Zoya Mosina que fue encarcelada después y enviada a Siberia. Todo esto según el diplomático soviético desertor, Grigori Besedovsky, (en realidad Ivan Raguza) en su libro «Memorias de Litvinov».
El propio Stalin tenía una inclinación hacia la homosexualidad, según el Bolchevique judío Isaac Don Levin («El Gran Secreto de Stalin», Nueva York, 1956, pág.
40).
Así el segundo matrimonio de Stalin (su primera esposa era Yekaterina Svanidze, de quien se divorció en 1918) acabó violentamente. Había empezado con una violación, mientras Stalin estaba camino a Tsaritsyn en 1918 para acelerar los transportes de grano.
El bolchevique Sergei Alliluyevy su hija Nadya de 17 años viajaban en el mismo vagón. Se escucharon gritos desde su compartimiento durante la noche. El padre exigió que se abriera la puerta. Finalmente la abrieron y Nadya, en lágrimas, corrió afuera y abrazó a su padre. Ella afirmó que Stalin simplemente la había violado. Sergei AUiluyev sacó su revólver para disparar al ofensor. Stalin se arrodilló, rogó el perdón y prometió casarse con la muchacha si lo que había ocurrido quedaba en silencio. Sergei Alliluyev se tranquilizó y estuvo de acuerdo en no matar a Stalin.
Esa decisión le costaría a su hija la vida catorce años más tarde. Cuando caminaba en la procesión fúnebre, no sospechaba que Stalin probablemente también destruiría a su hijo. Pero esto fue lo que sucedió en 1939.
Joseph Stalin (en realidad Dzhugashvili) era medio judío, según el investigador ruso Gregory Klimov. El judío David Weissman afirmó que era totalmente judío. (B’nai B’rith Messenger, 3 de marzo de 1950, pág. 19) El doctor judío y publicista, Salomón Schulman, admitió en Suecia que Stalin podía hablar yídish y podía referir el periódico ‘Di Goldene Kayt’ (1962) como su fuente.
Esto fue revelado durante una reunión entre Stalin y los poetas judíos Abraham Sutzkever y Shlomo Mikhoels (Comisario para la Propaganda). Sutzkever discutió problemas de la cultura yídish con que Stalin estaba familiarizado. Sutzkever hablaba
yídish y Stalin entendió todo pero prefirió contestar en ruso.
El hecho que Stalin entendía yídish era uno de los secretos estatales más celosamente guardados de la Unión Soviética. Stalin se transformó en una herramienta bastante obediente de la élite financiera internacional. Lazar Kaganovich se aseguró que él siguiera todas las directivas importantes. Stalin no permitió ningún tipo de antisemitismo al principio. Escribió un artículo sobre las formas más eficaces de combatir el antisemitismo que fue publicado por Pravda (No. 41) en febrero de 1929.
La hermana de Lazar, Roza, se transformó en la nueva esposa de Stalin y por ello también en una ‘Esther’ de los judíos, siguiendo el ejemplo del Antiguo Testamento. En 1924, un serio conflicto se desarrolló entre los judíos de Occidente (Haskala) y Oriente (Hasidic) en Rusia. Los primeros querían a Trotsky como el representante principal de su régimen, los últimos preferían al medio-judío Stalin y deseaban sacar a tantos judíos Occidentales como fuese posible de los corredores del poder. Trotsky, sin embargo, tenía planes para dejar la Rusia con los beneficios de todo su pillaje.
Zinoviev, Kamenev y Kaganovich estaban al principio a la cabeza de los judíos Orientales (los dos primeros habían cambiado de lado). Stalin deseaba permanecer en Rusia y aprovecharse de los rusos y de otros pueblos como esclavos de la Mafia Comunista. Los Stalinistas quisieron librarse de tantos judíos Occidentales como fuese posible. Estos grupos criminales lucharon el uno contra el otro, tal como los Jacobinos había luchado entre ellos durante su reino de terror.
Los judíos orientales lograron ganar la mano el 21 de mayo de 1924 y Stalin fue reelegido como Secretario General del Comité Central. Fue Zinoviev quien más ávidamente propuso a Stalin para la dirección. Este apoyo le costó su vida después (en 1936), ya que Stalin estaba detrás de la fortuna personal de Zinoviev. A través de la tortura, Stalin obtuvo el número de cuenta de Zinoviev.
Muchos otros bolcheviques importantes también entregaron sus riquezas a Stalin después de la tortura (Kamenev, Bukharin, Unschlicht, Boky, Ganetsky, Bela Kun y otros). Stalin tomó 60 millones de francos suizos exclusivamente de Ganetsky. Los Chekistas torturaron a Bela Kun durante tres días antes que cediera y les dijera dónde estaba oculta su fortuna.
Fue duro para él entregar sus ganancias mal adquiridas. Oficialmente, él fue ejecutado por la violación de muchas de sus víctimas mujeres. Sólo los judíos norteamericanos que habían acumulados enormes fortunas mientras trabajaron en el aparato de poder Soviético, fueron dejados en paz.
Trotsky estaba descontrolado, aunque logró permanecer en los corredores del poder. Decidió dejar Rusia después. Le permitieron llevarse su extenso archivo con él.
Stalin había hecho espiar a Trotsky para averiguar dónde había escondido su fortuna. A estas alturas Lazar Kaganovich y otros judíos dispuestos, comenzaron a jugar importantes roles en el estado soviético.
Para camuflar esta lucha de poder, se llamó el «antisemitismo» de Stalin.
El público no sabía que los ayudantes más íntimos de Stalin aún eran judíos, según las Memorias del desertor Secretario del Politburó, Boris Bazhanov (escapó diestramente a Persia el 1º de enero de 1928). Incluso el secretario personal de Stalin, León (Leiba) Mekhlis, era judío. Su secretario para los asuntos «sensibles a la luz» era Grigori Kanner.
El posteriormente ahogado y último secuaz de Trotsky, Yefraim Shklyansky, fue un ejemplo perfecto de un asunto «sensible a la luz». Stalin tenía un total de 49 secretarios.
40 de ellos (80 por ciento) eran judíos. Pero esos hombres, a su vez, necesitaban ayudantes. Kanner empleó a un judío conocido como Bombin para ayudarle. Mekhlis tenía dos auxiliares judíos, Makhover y Yuzhak, según Boris Bazhanov.
Boris Bazhanov que llegó después a ser secretario de Stalin en el Politburó, afirmó en sus memorias, publicadas en occidente, que Stalin, debido a su ignorancia política, no estaba totalmente interesado en las materias de gobierno. Aquellas eran vistas por sus asesores judíos. Bazhanov también confirmó que todo aquello que necesitaba ser comprado en el extranjero (por ejemplo: locomotoras y otros productos de industria) se compraban a través de poderosos grupos de las finanzas judíos que tenían una actitud comprensible hacia la revolución Bolchevique. Bazhanov también admitió que en la realidad, la mitad de los miembros del Comité Central eran judíos y que habían ocupado todas las posiciones importantes rápidamente.
En 1939, los judíos mantenían todavía el 38 por ciento de los puestos dentro del Soviet Supremo. Había un número increíble de judíos en la cima misma de la pirámide administrativa de Stalin. Los no-judíos en el gobierno eran sólo títeres. Bazhanov declaró abiertamente que los judíos tenían más poder que los otros. Esta franqueza permaneció hasta 1925, cuando las posiciones privilegiadas y firmes de los judíos en la sociedad soviética comenzaron a ser camufladas.
El antisemitismo continuó creciendo entre las personas. Nikolai Bukharin dijo en 1927: «Nosotros nunca hemos tenido un anti-semitismo tan extremo como ahora». Se puso aún mucho peor después, a pesar de la creación de una oficina especial en el Comité Central de los Comunistas Jóvenes (Komsomol) con el propósito de combatir el antisemitismo.
Fue extraño que todas sus decisiones fueran fijadas como secretas. Un ejemplo de esto fue una resolución del 2 de noviembre de 1926, dónde se declaraba que el objetivo principal del Komsomol era combatir el antisemitismo en la sociedad. Esa fue la razón por la cual Stalin proclamó el 1º de enero de 1931 que: «los comunistas condenan el anti-Semitismo resueltamente» y que «en la Unión Soviética, el antisemitismo se castiga de la manera más severa«.
Era sin efecto, ya que los judíos extremistas continuaron dominando las áreas más importantes.
Incluso en las universidades, los profesores y disertantes principales eran judíos, que habían comenzado a formar la nueva generación comunista. Podemos ver el resultado terrible de ese «trabajo educativo» por todas partes en la sociedad amoral de la Rusia de hoy.
Había 25.000 disertantes universitarios judíos en la Unión Soviética en 1968, según Isaac Deutscher. Él confirmó en su libro «El judío Un-judío» que los judíos fueron privilegiados después de la toma del poder Bolchevique. Ellos tenían sus propios teatros, editoriales y periódicos.
En noviembre de 1936 el Primer Ministro de la Unión Soviética (Presidente del Concejo de los Comisarios del Pueblo), Vyacheslav Molotov (en realidad Skryabin), amenazó a los antisemitas con la pena de muerte.
Kaganovich supo muy bien que Stalin padecía de paranoia. Una mejor herramienta sería difícil de encontrar. Lazar Kaganovich se aprovechó de la paranoia de Stalin hasta lo máximo e incluso empeoró su enfermedad de todas las formas posibles de tal manera que tanto rusos como competidores judíos perecieran.
Stalin ya padecía de algunos problemas psicológicos en diciembre de 1927. Él se había vuelto especialmente irritable en la lucha por el poder con León Trotsky. Esa fue la razón por la cual el Politburó quiso que el mundialmente famoso neurólogo, Vladimir Bekhterev, examinara a Stalin.
Incluso el propio Stalin quiso un examen, ya que su brazo izquierdo se había perdido movimiento y quería un diagnóstico. El Profesor Bekhterev estaba participando en un congreso y fue llevado ante Stalin en el Kremlin. Examinó a Stalin durante unas horas.
Cuando volvió al congreso, dijo es voz alta, para que todos pudieran oír, que él simplemente había sido consultado por un paranoico histérico. Así Bekhterev había hecho su diagnóstico – extrema paranoia. Bekhterev murió la noche siguiente. Fue envenenado.
Jamás se realizó un examen post-mortem. (Svenska Dagbladet, 22 de noviembre de 1988; Dagens Nyheter, 25 de octubre de 1991).
Lazar Kaganovich le dijo a su pariente norteamericano que fue Stalin quien, el 29 de noviembre de 1934, había planeado el asesinato de Sergei Kirov junto con Genrikh Yagoda (nacido en 1891 como Hirsch Yehuda), el jefe judío del NKVD. Kirov fue asesinado el 1º de diciembre de 1934. León Trotsky fue acusado oficialmente de la planificación del asesinato de Kirov e incluso fue sentenciado en ausencia por dicho crimen.
Fue Kaganovich quien sugirió cómo librarse de competidores indeseables. Por ejemplo, sugirió ejecutar a Nikolai Bukharin por haber actuado como un lacayo de los Nazis. Bukharin había sido llamado antes «el muchacho de oro de la revolución».
Kaganovich y Stalin estaban detrás de sus riquezas.
Dos terceras partes de los miembros del Politburó fueron ejecutados en un futuro a través de las intrigas de Kaganovich. De los 139 miembros elegidos en 1934 al Comité Central, 98 fueron liquidados posteriormente.
Nikita Khrushchev también confirmó esto. Otros funcionarios importantes del aparato del Partido fueron también asesinados, incluyendo a Eismont, Tolmachev y Martemyan Ryutin (un miembro de la banda de Bukharin).
Lazar Kaganovich también se aseguró que sus parientes obtuvieran altos puestos dentro del aparato gubernamental. Su hermano Mikhail Kaganovich se hizo Comisario del Pueblo para los Asuntos de la Aviación. Yulius Kaganovich fue nombrado Secretario del Partido en Gorky (Nizhny Novgorod). Boris Kaganovich fue nombrado Jefe de la industria de uniformes militares. Otros parientes de Lazar Kaganovich (Aaron Kaganovich, S.
Kaganovich y otros) llegaron a ser importantes oficiales. (Rudolf Kommos, «Juden hinter Stalin» / «Judíos detrás de Stalin», Bremen, 1989, pág. 158.) Los historiadores y los medios de comunicación en Occidente han afirmado que ya no había ningún judío en el aparato administrativo durante el tiempo de Stalin. Conseguí una impresión muy diferente cuando verifiqué las listas de oficiales y secretarios en los diferentes Comisariatos del Pueblo en los años 1930-39.
Los Comisarios del Pueblo de extracción judía todavía dominaban. En 1937, 17 de los 22 Comisarios eran judíos, a pesar del hecho que los Comunistas no quisieron exponer el considerable número de elementos judíos en el aparato gubernamental soviético. Aquí yo puedo nombrar Isidor Lyubimov (en realidad Kozelevsky), Moisei Kalmanovich, Arkadi Rosengoltz, Israel Veitzer, Yankel Gamarnik y Máxim Litvinov (en realidad Wallakh-Finkelstein).
El Concejo de los Comisarios del Pueblo consistía de 133 miembros de los cuales 115 eran judíos. El Presidium del Soviet Supremo en 1937 tenía 27 miembros de los cuales 17 eran judíos.
Usaré el Comisariato del Pueblo para los Asuntos de Comercio Exterior como un ejemplo. El Comisario del Pueblo era el judío Arkadi Rosengoltz. Sus diputados también eran judíos: Moisei Frumkin e Israel Veitzer. Todos los funcionarios importantes del mismo Comisariato del Pueblo eran judíos: B. Belensky, S. Bron, S. Messing, B. Plavnik, M. Bronsky, S. Dvoilatsky, L. Friedrichsohn, M. Gurevich, Y. Yanson, M. Kattel, F. Kilevets, A. Kisin, B. Krayevsky, F. Rabinovich, N. Romm, Y. Sokolin, M. Sorokin, A. Tamarin, S.
Zhukovsky, Y. Flior, I. Katznelson.
Sólo los muchachos de los mandados eran no-judíos. Los funcionarios de los otros Comisariatos del Pueblo también eran principalmente judíos.
El cuadro era el mismo a lo largo de los puesto principales del Comité Central.
Incluso el puesto de Secretario General estaba ocupado por el medio-judío Georgiano, Joseph Stalin. La mayoría de los otros funcionarios importante era los siguientes judíos: Lazar Kaganovich, Yan Gamarnik (Jefe del Staff Político del Ejército Rojo), I. Kabakov (en realidad Rosenfeld), Mikhail Kaganovich, Vilhelm Knorin, Joseph Pyatnitsky (en realidad Aronsson), Mikhail Rukhimovich, M. Khatayevich, Moisei Kalmanovich, D. Beika, Tsifrinovich, F. Gradinsky, Grigori Kaminsky, Grigori Kanner, T. Deribas, S. Schwartz, E.
Veger, Leon Mekhlis, A. Steingart, Genrich Yagoda, Yona Yakir, Moisei Einstein, Yan Yakovlev (en realidad Epstein), Grigori Sokolnikov (en realidad Brilliant), Vyacheslav Polonsky (en realidad Gusin), G. Veinberg, Itzik Feffer, Samuil Agurzky, Khaim Fomin y otros.
Estos judíos jugaron roles importantes en el aparato del Partido: Eismont, Tolmachov, Martemyan Ryutin. No hay bastante espacio aquí para nombrar a todos y pasar por todas las listas de esta manera. El cuadro es claramente uno. Los no-judíos ocasionales, normalmente se casaban con Judías, como Vyacheslav Molotov (Skxyabin) quién se casó con Polina Zhemchuzhina (en realidad Perl Karpovskaya). Ella era hermana de Samuel Karp, el dueño de Karp Export-Import Co. Bridgeport, Connecticut. Stalin la había encarcelado pero después la liberó. Fue todo un gran error de su parte.
Me gustaría sin embargo, tomar esta oportunidad para nombrar a algunas de las personas más importantes dentro de la Cheka (la policía política), quienes hicieron el trabajo sucio de Kaganovich y Stalin. La Policía Política tenía 59 líderes top. Solamente dos de ellos no eran judíos. Los líderes de la Cheka en 1930 fueron los siguientes judíos: Meier Trilisser, Yakov Agranov (en realidad Sorenson), Mark Gay, Stanislav Redens, Roman Pilyar, Abram Slutsky (asesinaba enemigos del Comunismo en el extranjero), Yakov Aleksnis, Israel Leplevsky, Leonid Zakovsky, Zinovi Ushakov-Ushmirsky, Isaac Shapiro, Boris Berman (Jefe del NKVD Sección investigación, juicios), Lazar Kogan (fue un interrogador particularmente cruel), Yakov Rapoport, Joshua Sorokin, David Schuster, Mikhail Spiegelglas (Sub jefe del NKVD sección exterior), Moisei Gorb (jefe del NKVD Sección especial), Yakov Broverman, Leonid Reikhman, Leon Elberg, Leon Scheinin, Boris Stein, Yakov Surits (había sido embajador de la Rusia Soviética en Noruega, Alemania y Francia), Vera Inber, Alexander Langfang (verdugo sin educación que llegó a ser famoso como “el machete”), Vilhelm Knorin, Joseph Pyatnitsky (en realidad Aronson), Mikhail Frinovsky, Yakov Smushkevich (quien fue nombrado Jefe de la Fuerza Aérea en 1940), Mendel Berman, Boris Rodos (totalmente ignorante), Leon Schwartzman, Yevgeni Hirschfeld, Sergei Efron, Zakhar Volovich (tristemente famoso verdugo), Israel Pinzur, Leon Vlodzhiminsky, Naftali Frenkel, L. Zalin, L. Meier, Z. Katznelsohn, F. Kurmin, Leonid Vul, A. Forkaister, L. Belsky (en realidad Levan), S. Gindin, V. Zaidman, J. Volfzon, G.
Abrampolsky, I. Weizman, S. Rosenberg, A. Minkin, F. Katz, A. Shapiro, L. Spiegelman, M. Pater, A. Dorfman, B. Ginzburg, V. Baumgart, J. Vodarsky, K. Goldstein, Lipsky, Ritkovsky, Berenson, Zelikman, Sofia Gertner, Yakov Mekler y muchos otros.
Hubo algunos desertores defraudados incluso entre los funcionarios de más alto nivel, entre ellos el residente importante del NKVD, Leiba Feldbin, que desertó a los Estados Unidos de América en julio de 1938.
El 5 de mayo de 1993, Pravda publicó algunos documentos sumamente secretos de la 13 División del NKVD y después de una sección correspondiente a la KGB, que demostraban que un gran número de personas en la Unión Soviética fueron asesinadas como víctimas de asesinatos rituales judíos. Pravda declaró que «fehacientemente de 40 a 50 personas cada año, fueron asesinadas con huellas de tortura ritual«.
¿Cuándo veremos el fin de tales crímenes primitivos? Los judíos también jugaron los principales roles en el Servicio de Inteligencia Militar (GRU). Aquí puedo mencionar al agente secreto Leopold Trepper, cuyo padre era un comerciante en Polonia. Trepper decía orgullosamente: «¡Yo soy Comunista, porque soy judío! » (Harry Rositzke, «KGB», Helsinki, 1984, pág. 25.) Antes, había sido un activista Sionista en Palestina, pero había sido expulsado a Francia, de allí se fue a Moscú. Otro agente exitoso fue Ignatz Reiss (en realidad Ignati Pretsky), a quien Stalin asesinó en 1937 en Lausana porque Reiss continuaba apoyando a Trotsky. Esta misión se la entregaron a Valter Krivitsky (nacido en 1899 en Polonia como Schmelka Ginsburg).
Valter Krivitsky ya era un asesino en masa a la edad de 19 años. El grupo de exterminio bajo sus órdenes asesinó a 2.341 personas. En 1935 llegó a ser Jefe del Servicio de Inteligencia Militar soviético. Después de 20 años trabajando como asesino soviético, se quebró cuando le pidieron que matara a su amigo judío y Comunista, compañero en los asesinatos, Ignatz Reiss en Suiza. Reiss había juntado mucho dinero para desertar a Occidente. Krivitsky desertó y se ocultó, después de lo cual, otro asesino judío, Isaac Spiegelglas, le fue ordenado completar la misión. Reiss fue asesinado el 4 de septiembre de 1937.
El Primer Ministro francés, el judío León Blum, prometió ayudar y proteger a Krivitsky. Un activista judío, Paul Wohl, llevó en forma ilegal a Krivitsky, de contrabando, desde Francia a los Estados Unidos de América. Israel Don Levine del ‘Saturday Evening Post’ le dio un contrato a Krivitsky por nueve artículos a US$ 5.000 cada uno. Krivitsky fue encontrado muerto en su casa, pronto después.
Los métodos contra los desertores fueron cambiados más tarde. El agente desertor del GRU, Viktor Suvorov, describió en su libro «El Acuario» (Yekaterinburg, 1993, pag. 4-6) cómo el GRU después de la Segunda Guerra Mundial quemaba vivos a los agentes que fallaban en sus misiones o traicionaban.
Ellos eran narcotizados y llevados en valijas diplomáticas de Occidente a Moscú para ser quemados vivos en hornos de fundición. Los film de las ejecuciones eran mostradas a los nuevos reclutas para que ellos no se hicieran ilusiones sobre lo que pasaba a aquellos que fallaban en sus misiones o traicionaban a la organización. Uno de tales traidores fue el Coronel del GRU, Oleg Penkovsky. Los británicos le permitieron a la KGB arrestarlo. Penkovsky admitió todo y fue sentenciado a muerte. El 16 de mayo de 1963, fue quemado vivo, ante de los ojos de un grupo de oficiales de alta graduación.
El Secretariado del Presidente Boris Yeltsin admitió en 1992 que el Partido Comunista había formado un Fuerza Especial para llevar a cabo los ataques terroristas contra oponentes políticos en Occidente (Svenska Dagbladet, 11 de julio de 1992).
Los mejores agentes del Comintern también eran judíos. Jakob Kirchstein y Rudolf Katz fueron considerados como los mejores.
La vida cultural de la Unión Soviética fue «organizada» por el Kultprovsvet.
Los 40 líderes de esa organización eran todos judíos. La propaganda soviética fue por supuesto, dirigida por un judío – Boris Feldman. Los periodistas de propaganda más prominentes también eran judíos. Mikhail Koltsov (en realidad Ginzburg) era particularmente eficiente y también tenía inclinaciones Chekistas. Dirigió la agitación comunista de Madrid durante la Guerra Civil española. El líder de los sindicatos era Solomon Dridzo (en realidad Lozovsky), quién fue reemplazado más tarde por Mikhail Tomsky (en realidad Honigberg).
La organización de los jóvenes comunistas, Komsomol, también fue fundada y dirigida por judíos. El Comité Central de los Jovenes Comunistas estaba en las manos de Oskar Ryvkin y después de 1920 por Lazar Shatskin, hijo de un rico comerciante judío.
(Noorte Haal, 3 de noviembre de 1988) Esto era, por supuesto, un secreto estatal. Shatskin se trasformó en un enemigo de Kaganovich posteriormente y tenía que morir. Los judíos también dirigían las secciones más importantes del Comité Central de los jóvenes comunistas. Por ejemplo, el jefe de la sección de Prensa era el judío Munka Zorky (en realidad Emmanuil Lifschits). El sub jefe del Comité de Planificación Estatal en los años treinta era León Kritsman. Uno de los jefes más importantes de la economía en los años cuarenta era Yakov Kiselman.