Técnica de Respiración Profunda o Abdominal

La respiración abdominal completa debe realizarse suave y lentamente, expandiendo los pulmones de abajo hacia arriba. Primero inhalaremos el aire hacia la parte inferior de los pulmones, permitiendo que el diafragma se infle y se expanda hacia la cavidad abdominal; cuando el diafragma está completamente expandido los músculos intercostales abren la caja torácica permitiendo llevar el aire a la parte media de los pulmones, cuando la caja torácica alcanza su mayor extensión habrá que realizar un pequeño esfuerzo para jalar el aire hacia la parte más alta de los pulmones, enseguida relajamos los músculos y como si fuese una burbuja, dejamos que el aliento descienda a la parte baja del abdomen.

Beneficios Terapéuticos de la Respiración Abdominal

Debido a que la respiración es más profunda, se reduce el número de inhalaciones y exhalaciones a menos de la mitad por minuto, esto incrementa notablemente el rendimiento respiratorio, relaja la función del corazón pues el uso del diafragma impulsa poderosamente la circulación sanguínea y se conserva la energía vital.

Fases Respiratorias y Cerrojos

Por lo general los ejercicios de respiración profunda constan de cuatro fases: Inhalación, Retención, Exhalación y Pausa, acompañados de contracciones musculares, llamadas «Cerrojos», aplicadas en ciertas partes del cuerpo.

Inhalación

Se realiza tal como lo describimos anteriormente en la Técnica de respiración abdominal.

Retención

La Retención del aliento aunque sea brevemente proporciona grandes beneficios terapéuticos: se reduce el pulso cardíaco a menos de la mitad, la presión de la sangre disminuye considerablemente y se activa la respiración celular, propia del feto en el vientre materno; las células de todo el cuerpo empiezan a respirar por sí mismas, descomponiendo los azúcares para liberar oxígeno y excretando los residuos celulares para su posterior eliminación a través del torrente sanguíneo. Unos minutos de respiración profunda hará que el calor y la transpiración aumenten por efecto de la respiración celular.

Este efecto es apoyado por la contracción o aplicación de las bhandas o cerrojos, después de inhalar, se debe contraer el esfínter anal, el estómago y la garganta, en ese orden; manteniendo los cerrojos durante la etapa de retención del aliento, al hacer esto se desencadenan diversas reacciones bioquímicas y bioeléctricas que proporcionan beneficios terapéuticos a los órganos internos y a la red de meridianos de energía.

La Exhalación

La exhalación es más importante que la inhalación en los ejercicios de respiración taoístas, al llegar el momento de exhalar, se deberán relajar los Tres Cerrojos, luego se da paso a la exhalación que deberá ser lenta e imperceptible, exhalando suavemente por la nariz o la boca, con la lengua pegada al paladar y manteniendo el mismo ritmo, se aumenta la intensidad de la exhalación hasta que sea fuerte y constante. Habrá que vaciar los pulmones de arriba hacia abajo, al final de la exhalación se encoge la pared del abdomen lo que empuja el diafragma hacia arriba, permitiendo así, la salida de todo el aire viciado de nuestros pulmones.

Pausa

Una vez que los pulmones están completamente vacíos, hemos de cerrar la garganta para evitar la entrada brusca del aire a los pulmones, permitiendo que la pared abdominal y el diafragma se relajen y así, dar paso a la siguiente inhalación.