A lo largo del tiempo he conocido a muchas personas de todas las edades que alguna vez eligieron aprender artes marciales en Barcelona, la mayoría de las veces motivadas a fortalecer sus habilidades en términos a la defensa personal.

Pero no siempre es esa la motivación personal y ello se debe a que los beneficios de practicarlas son tan diversos como permanentes a lo largo de la vida. Es razonable,  –y pertinente- comenzar comparando las artes marciales con otras actividades y deportes juveniles, donde la competitividad feroz y aquel «ganar a toda costa» parecen estar a la orden del día.

¿Cuál es la consecuencia? La mayoría de los padres la conocemos: son demasiados los niños que lidian con problemas de autoestima y agresiones  fuera de lugar que no siempre consiguen controlar con facilidad. Como señalaba al principio, por razones que no importa demasiado detallar, he estado en estrecho contacto con cientos de personas entre tres y ochenta años  que practicaron alguna vez artes marciales en Barcelona y puedo aseverar con total certeza que los cambios beneficiosos en sus vidas han sido siempre sorprendentes y largamente mayores a las expectativas iniciales.

La defensa personal va mucho más allá de protegerse en situaciones de riesgo: requiere trabajar sobre muchos otros aspectos que terminan conformando un “todo” muy saludable en mente y cuerpo. Comenzando por el control de las emociones  y  la ganancia de autoestima (notables en el caso de los niños y adolescentes) lo cierto es que se suman otros matices tales como el autocontrol, la concentración,  el manejo apropiado de los impulsos de agresividad, y la construcción de confianza, disciplina y cortesía.

Ahora bien…, no cualquiera puede enseñar artes marciales en Barcelona bajo ese enfoque que estoy describiendo, por lo que es importante que uno no se deslumbre por un lindo cartel  de Defensa personal o por una buena promoción que nos prometa mucho por unos pocos euros…

Es importante saber que hay muchas escuelas de artes marciales en Barcelona y no todas ellas ni sus maestros trabajan con los mismos enfoques y principios. Conviene elegir con cuidado y si es posible, con referencias de personas que asistan o hayan enviado a sus hijos a una buena escuela de Defensa personal. Y si hallas una a la cual sea posible asistir en familia, sin duda un lugar así te dará muchas garantías.

¿Qué observar?

  • El propósito y la logística de la escuela
  • Lo básico del estilo (qué enseña, para qué se usa)
  • La habilidad y el estilo de enseñanza del maestro. Pida para asistir a una clase como espectador y observe todo, incluida la conducta gestual del maestro y su trato con alumnos de todas las edades.

Elige con cuidado la escuela apropiada de artes marciales en Barcelona y no dudes que los logros irán mucho más allá de aprender algunos pocos movimientos de Defensa personal: será una experiencia que marcará un antes y un después en tu vida, o en la de tus hijos.