En el Cosmos, las criaturas fueron creadas por Dios como Seres en su totalidad, compuesto por entidades y por fluidos, que son los diversos rayos que le dan origen a lo existente. En el Absoluto no fueron hechos hombres, hombres en el sentido decrépito de la actualidad, fueron hechos Dioses, de aquellos Dioses; no como hombres en ruina, como es el hombre en la actualidad. Las ruinas de lo que fue una vez, es lo que es en la actualidad.
GEMINIS 17 DE EL LUNIHELIOKRON☾☀⌛ 2013 DÍA LUNES
DESPUÉS DE EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO EL GRAN SHILHOH
Que según el calendario gregoriano según Satán es Junio 3 del año 2007, Día Domingo
Desde el Pais de el Salvador, dice el Maestro Midelfe:
Muy buen día Venerable Gran Komendador, nos da gran satisfacción oír sus palabras, para que éste Pueblo de El Salvador, reciba la Fuerza Hidrogénica para seguir adelante en el camino de la liberación, que Dios siempre lo guarde y lo cuide a su Merced y a el Altargado de el Gran Komendador, que son por estos días nuestros Guías, nuestros Faros que nos orientan en el mar de la Existencia. A continuación, hay una pregunta de un ser que se llama Juan Perasa y es la siguiente:
Desde el Pais de el Salvador, dice Juan Perasa:
¿Qué importancia tiene el Simvre para los Taoístas Salvadoreños y cuál debe ser su comportamiento? Hasta ahí la pregunta.
Desde el Exilio, dice el Venerable Gran Komendador:
¿Cuánto tiempo tiene de estar en la Doctrina, Venerable Ser?
Dice Juan Perasa:
6 años.
Dice el Venerable Gran Komendador:
Por ventura ¿vuestra merced tiene develado el Simvre, Venerable Ser?
Dice Juan Perasa:
No Señor.
Dice el Venerable Gran Komendador:
¿Cuál es el nombre que le dieron sus padres?
Dice Juan Perasa:
Juan Díaz Perasa
Dice el Venerable Gran Komendador:
Venerable Ser, en el Cosmos, las criaturas fueron creadas por Dios como Seres en su totalidad, compuesto por entidades y por fluidos, que son los diversos rayos que le dan origen a lo existente. En el Absoluto no fueron hechos hombres, hombres en el sentido decrépito de la actualidad, fueron hechos Dioses, de aquellos Dioses; no como hombres en ruina, como es el hombre en la actualidad. Las ruinas de lo que fue una vez, es lo que es en la actualidad.
Entre el Pueblo Taoísta, se ha levantado una creencia equivocada y errónea en donde hablan de el Simvre y consideran el Simvre solamente un conjunto de letras, con el que pueden llamarse diferente y con el que otras personas los llamarán diferentes, pero tengan plenamente claro que eso es un error muy abultado, porque yo le pregunto a su merced ¿será que Juan son sólo 4 letras? y si yo digo: Juan ¿solo estoy hablando de 4 letras no más?, ese es el concepto equivocado que ha crecido entre el Pueblo Taoísta.
Es menester adquirir la suficiente conciencia en este sentido, para que lo que la gente ha optado por llamar el Simvre, sea tenido como lo que en realidad es, ya que si se tiene como lo que en realidad es, deja de ser el Simvre del Ser como un nombre más, pues la develación de el Simvre no es sólo decirle: de hoy en adelante usted se llama así y así; la develación de el Simvre implica una cantidad de sucesos a nivel cósmico para la criatura que lo recibe, o sea que recibe la develación. No es solamente una nueva forma de ser llamado, puesto que recibir la develación de el Simvre, es el resultado de una serie de movimientos entre los cuales, se encuentra el hecho de un Dios eterno inmortal, un Creador o un Sostenedor de lo existente, sus líneas búdicas, vígeas, pethvicas o Bélicas, según sea el tipo de Ser.
El Simvre es el conjunto de formas sonoras, que cósmicamente son el resultado de las diversas formas de el Ether, el Color y el Son, que en sus múltiples formas, órdenes y aspectos que conforman la existencia de un Dios, ese Dios puede ser un Dragón, un Maestro, un Demonio, un Mahatma o un Hierofante, para hablar de los más conocidos.
Estos Seres, antes de la revolución de los Luzbeles, eran Luzbeles habitantes de el Pluri-Absoluto, Dioses en todo el sentido de la palabra, ayudando a sostener el equilibrio de la existencia, y cuando se levantaron contra Dios, no todos, pero una gran mayoría, aquellos que se levantaron se convirtieron en Demonios, se convirtieron en monstruos de muchas clases y cada cual, según su sabiduría, en la lucha contra Dios usó todos sus conocimientos, muchos de esos Seres, los que correspondían a las líneas vígeas, que eran las líneas que comunicaban entre los mundos a los diversos Seres, esas líneas vígeas corresponden exactamente a los seres que en la actualidad son los Mahatmas o las almas que pecaron y murieron, pero que por estar conformadas algunas komo Atman Buddhi y haber quedado Manas en los Soles y Atman Buddhi haberse convertido en una nónada tornada y convertida en el cadáver de una alma, en una especie de embrión que vienen siendo, algo así, como los escombros de un alma, osea pedazos de almas, ese es el vestigio de lo que quedó de Atman Buddhi.
Cuando ese Atman Buddhi, que es el que sigue girando y rodando a lo largo de los siglos en la rueda del Samsara, por los diversos recodos de el Valle de Josafat, si en una de esas tantas ruedas, si en algunos de los viajes de esas ruedas, tiene la magnificente misericordia, deparada así por los insondables e inescrutables Avatares y designios de la Gran Ley cósmica, en uno de esos ires y venires, si esa nónada y ese budhata, ese embrión se encuentra o se halla con un Salvador o con un Mesías; hecho que para hacerse posible, se pudiese considerar que es algo más difícil que ganarse una lotería; porque por lo general, la mayoría de los Salvadores y los Mesías, los mismos monstruos del Cosmos se encargan de desaparecerlos cuando emergen en los mundos, porque saben que les son un peligro solo su presencia, porque los ojos de aquellos que los vean, ya con eso no van a la muerte segunda.
Por eso, los sabios de la antigüedad, como en el caso de Zacarías, Sacerdote del Templo, cuando sus ojos vieron a el Salvador Cristo, que era un niño de escasos días de nacido, alzó sus ojos al cielo y dijo en forma solemne: Sacro Dios bendito, oh, Dios de los espíritus de toda carne, ahora ya pueden descender mis huesos en paz a la sepultura, mi espíritu volar al cielo, porque mis ojos han visto el fruto de tu magnificencia, mis ojos han visto al Salvador del Mundo, a la esperanza de todos los perdidos.
Algo similar dijo el Gran Jusin, Sumo Sacerdote Esenio, cuando el joven Cristo subió al Sagrario de el monte Cuarantana a recibir uno de los grados que el Gran Cristo como Esenio, en otros monasterios se había entrenado. Cristo, por aquellos días su cuerpo llegaba a los 8 años y luego de recibirlo con himnos y cantos y el gran conglomerado de Ancianos, que con la lucidez de sus poderes, sabían a entera claridad que aquel Joven era el Mesías, no estoy hablando de los bandidos de el Sanedrín: Caifás, Anás, Datán, Abiram y todos los otros, más de 70, que alrededor de 25 años después lo crucificaron, haciéndolo pasar como el peor de los criminales, como la peor basura que llegó a la tierra.
Jusin, un Anciano que desde su niñez estaba en los monasterios Esenios, había clamado al Cielo por la grande oportunidad de que sus ojos pudieran ver a el Mesías, porque él sabía, que sólo con verlo a los ojos y tener el dharma de que sus ojos se posaran sobre sí, eso lo sacaría de los peligros terribles de la muerte segunda y que con ese aparente simple hecho, las puertas de la muerte segunda quedaban cerradas y por la vida Sacra de aquel varón Jusin, sus Seres volarían al Cielo y se activarían todas las conexiones cósmicas de sus cuerpos existenciales y de todos sus órganos etéreos; tornaría de nuevo a encenderse el Fuego de Dios y por eso, a escasas horas después de haber visto a Cristo, sus Seres emprendieron el viaje, abandonando el cuerpo.
Así, de que quien tiene el Gran Dharma de ser visto por los ojos de un Mesías, tiene asegurada la inmortalidad y si lo vió para salvar o para practicar sus enseñanzas, esa inmortalidad será para ser salvo; y si lo vió para perseguirlo, torturarlo, matarlo o desaparecerlo, seguirá siendo inmortal por la eternidad de los siglos, pero será una inmortalidad muy desgraciada, porque se hizo inmortal por perseguir, torturar o matar o desaparecer a uno de esos valiosos Seres, que de vez en cuando resurgen en los mundos, salvando a los perdidos y que desgraciadamente sobre la Tierra, por lo general, cuando esos Seres han llegado al mundo, son perseguidos como ratas por todos los confines de la Tierra, porque sabe satán y sus legiones, que si uno de esos Seres o algunos de esos Seres, llegara a poder contactarse con la humanidad entera, éste mundo se convertiría en un Sol, se acabaría la injusticia, se acabarían las guerras, no existirían las desgracias de la explotación del hombre por el hombre, se convertiría la Tierra en lo que esos mismos Mesías han soñado y por lo que han entregado a lo largo de la historia de los Siglos, hasta sus propias vidas.
Recuerdo que en los últimos días que ví a los Venerables Maestros, Ellos le revelaban el Simvre y hacían encarnar a los seres en los cuerpos, solo con que los vieran le revelaban el Simvre, inclusive a animales. Ví revelarle el Simvre a iguanas, a pájaros, a serpientes, a ranas, sapos; y de los monjes que no tenían Simvres y andaban con ellos, se lo revelaron.
Un día les pregunté: Venerables Maestros ¿por qué le revelan el Simvre inclusive hasta árboles? Y Ellos me dijeron: porque ¿quién garantiza que nos podamos volver a encontrar? ¿Quién garantiza que nos volvamos a ver? Quién garantiza la longevidad de nuestros días, cuando la mayoría de los poderes del mundo se han levantado contra nosotros, y los poderosos de la Tierra han hecho su concierto para perseguirnos y extinguirnos de la faz del mundo y privar así a la Raza humana, no de nuestras presencias, pero sí de las cosas que Dios ha enviado para su estirpe en la Tierra, y ellos me decían: Venerable, éste es nuestro patrimonio, la heredad que os podemos dejar, no tenemos plata ni oro, más lo que tenemos os damos que es la vida Eterna y así, revelaban en forma incesante, no porque se hubiese eso convertido en una especie de promoción, es porque la Luz de los hijos de Dios, emanada de los ojos, conecta los Seres cósmicos con las criaturas vivientes.
Supe también que los Venerables Maestros, por las montañas donde se hallaban, el día anterior a la invasión y destrucción del Templo, ellos dijeron que todos los Seres que estuvieron en el Templo y que
iban a estar en el Templo el día de la invasión, aquellos que habían perdido a su Ser y por ende habían perdido el Simvre, ellos les devolvían de nuevo los Seres perdidos, osea, los traían otra vez a sus cuerpos, esto no alcanzó a ser hecho saber en el Templo o de pronto sí, pues los Venerables Maestros sabían que muchos serían desaparecidos y que ante ese riesgo, era mejor asegurarse de que esas criaturas no se fuesen a perder en el Cosmos y que algún día en la vuelta de los siglos, en algún lugar del Cosmos, si en este viaje no se volvían a ver, allá se encontrarían de nuevo, pero que si no tenían el Ser y por ende el Simvre, la perdición estaba asegurada, pues la ida a la muerte segunda pondría fin a sus existencias y los convertiría en abono, feneciendo así a la vida en su totalidad, convirtiéndose en detritus en el caos, pero que si les era develada su identidad cósmica, no importaría las vueltas de los siglos, pues siempre serían hallados, hasta que un día volarán a los Soles o de pronto en el mismo viaje presente ya viajarán a los Soles.
Quien no tiene identidad Cósmica, es contado entre los muertos vivientes, entre aquellos que ni siquiera saben que existe, que desconocen la existencia de su propia existencia. El que no tiene Ser y por ende no tiene Simvre, es como una casa sin habitantes, como un carro sin chofer ni pasajero, no deja de ser una herramienta, un implemento, pero el que tiene develado sus Seres y por ende posee el Simvre, ese es contado o contada entre los que existen en el Cosmos, porque vive y tiene identidad Cósmica y no tiene solo el nombre de pecado, que fenece cuando fenece su cuerpo, el que tiene Simvre develado no está muerto, vive y además es inmortal, de ese se puede decir: que es de los muertos que nunca muere, cuando su cuerpo torne a la Tierra.
Es tan insondable el misterio del Ser y de el Simvre, que sin él no se existe, se es solo un embrión y con él si existe. El Simvre no es un invento de la actualidad, el Simvre es tan antiguo como los Soles y tan antiguo como la existencia de los Seres, porque el Simvre es la identidad de los Seres, el Simvre no es el Ser, el Simvre es el mantram que da existencia al Ser y con el cual se identifica el Ser.
Adán le fue develado por Jehová su Simvre y le fue cambiado por el de Adam, lo mismo sucedió con Abraam, Jehová lo llamó ABRAHAM, porque se llamaba Abram y Abraham es Padre de multitudes; Jehová a Jacob le cambió el nombre y le dio el Simvre de ISRAEL; en el caso de Josué, ese era el Simvre, él no se llamaba así, el nombre que le dieron sus padres era otro. Salomón, Jehová lo llamó y HEDIDDIAH y HEDIDDIAH fue su Simvre; también a José, el que fue vendido por sus hermanos a Egipto, Jehová, a través de el Faraón, le hizo encarnar su Ser y le develó el Simvre de ese Ser, cuyo Simvre era ZAPHNATH PAANEAH y así la historia de la humanidad, relata en la Biblia y en muchos otros libros sagrados, da testimonio pleno de que Dios dentro de el ser humano no se llama de el no-ombre de pecado. Sara, la esposa de Abraham, Jehová le develó el Simvre al hacerle encarnar el Ser, y se llamaba Sarai y pasó a llamarse SARA y eso no solo fue en los tiempos muy antiguos, el Ángel Gabriel dijo a la Madre de Cristo: que debía llamarlo EMMANUEL, ella le puso por nombre Jesús, pero el Simvre era KRESTUS EMMANUEL y muchos otros Simvres de ELOHIM que estuvieron dentro de ese gran Ser. Simón Pedro, el discípulo de Cristo, Cristo le develó el Simvre de su Ser y se llamó CEFAS; a un cantor que le cantó en sus días, Crestus le develó también su Simvre y el nombre que tenía se lo cambió por el Simvre de sus Seres y lo llamó VUANERHES.
Todo esto concerniente a la develación de el Simvre, que denota la presencia del Ser en un cuerpo y que ha sido llevado a efecto por todos los Enviados de Dios en todo tiempo y que ha constituido uno de los patrimonios más grandes que cualesquier hijo de Dios haya traído a la Tierra y lo haya entregado a sus alumnos, y los Venerables Maestros decían: que ¿para qué ellos se llevaban consigo lo que necesitaba la humanidad? y que el riesgo ante el que ellos se hallaban, debían aprovechar al máximo el tiempo y entregar lo más que les fuera posible, porque todo era ganancia y que esa era una forma de triunfar sobre el enemigo de las almas y que los días, meses o años que les quedasen sobre la tierra, debían aprovecharlos al máximo y que hasta la última hora, minuto, segundo lo aprovecharían y que si era el caso, se irían de el mundo dejando ese recado en aquellos para quien fue enviado.
Hablar de el Simvre y de los Seres, es hablar de la perpetua eternidad ¿cómo se obtiene la presencia de los Seres en el cuerpo, osea la presencia de Dios en el cuerpo?, eso se logra mutando la energía genética, esa es la forma de Salvarse de la muerte, practicando la castidad y por ende la mutación de la energía genética. Satán y sus legiones en el pasar de los siglos, ha buscado siempre extinguir a los mutantes, y todos los Mesías han venido a la tierra es a enseñar la mutación de la energía genética, porque ella constituye el máximo secreto, pero el más contundente de los sistemas para escaparse de la rueda del Samsara que gira en el Valle de JOSAPHAT, cuyas muelas y dientes mascan, trituran y muelen a los Budathas que yacen en el Valle de JOSAPHAT, que es un inmenso Valle de lágrimas donde gimen, muriendo las humanidades aplastados, molidos y pulverizados por el mortífero peso del pecado, que Satán utiliza para destruir a las humanidades y que los Mesías y Salvadores lo que buscan, es liberar a esas inmensas e incontables muchedumbres, que ellos quieren ver viviendo de nuevo en los Soles y que por eso no importan las penurias por las que tengan que atravesar en los milenios incontables y que las miles de veces que les quiten la vida, sin importar el tipo de barbarie con que lo hagan, seguirán naciendo en los mundos, para que en los poquitos días que les sea posible, ir Salvando a algunos. Disertaciones así me referían los Maestros en sus momentos de angustia.
Es posible Venerables Seres, que con mi contestación les haya aclarado un poco este asunto de el Simvre, algo más breve quiero agregar: dentro de la Rueda del Samsara solo están los Budathas, las Nónadas y las Monadas, quien recibe la presencia del Ser, por ende la Develación de el Simvre, queda fuera de la Rueda del Samsara, porque en la Rueda del Samsara no puede haber MAESTROS, MAHATMAS, DEMONIOS, INTIDEMONIOS, DRAPET, ARCHEV, DRAKONIS, para referir sólo algunos tipos de Seres, y los Maestros en sus escritos que me dejaron, refieren estos y muchos otros secretos más, estos Seres no están sometidos a los retornos y quien encarna el Ser, queda por fuera de la ley de los retornos y fuera de la rueda del Samsara y por ende, fuera de el Valle de Josaphat. No alcanza la humanidad a comprender la magnificencia de el Simvre, esto es lo que quería agregar Venerables Seres, espero que os haya dado suficiente claridad y os haya podido conferir en aras de la aclaración de vuestro entendimiento. Venerable Hermano Juan.
Dice Juan Perasa:
Sí, Venerable Gran Komendador.
Dice el Venerable Gran Komendador:
Espero que mis palabras le haya proporcionado. Bendito sea Venerable hermano y que un día logre obtener el Simvre, pues ese es el más preciado tesoro, porque es volver a existir de nuevo. Venerables Hermanos de el Salvador, Benditos Sean, que DIOS les prodigue todas las virtudes y que lleguen a ser una muchedumbre incontable, pues esa fue siempre la voluntad de los Venerables Maestros, que el mayor número de criaturas pudiesen conocer este Mensaje Bendito. Adelante Venerables Seres y gratitudes.
Dice el Maestro Midelfe:
Gratitudes Venerable Gran Komendador, el hermano Juan ha quedado satisfecho con esa magistral conferencia que su Merced nos ha ofrendado y le informo a su Merced, que tengo muchas preguntas aquí en éste lugar, ya que nos hemos reunido 86 Seres, pero quisiéramos hacerle una petición en Simvre de todos, si su Merced nos da la oportunidad de participar en las labores que su Merced y el Venerable Altargado de el Gran Komendador están haciendo, labor referente a los Simvres para que es misericordia de develarnos el Simvre.
Dice el Venerable Gran Komendador:
Claro, manténgase en contacto con la Fuente de Guanentá, para que estén a la expectativa y aprovechar lo que sea conveniente. Bueno Venerable, Benditos sean, tengo ya casi hora y media de atraso con otra Fuente. Benditos sean hermanos y continúen oyendo.