MEMORANDUM 4 DEL 2013 1° parte
Debes saber cómo relajar todos los músculos de tu cuerpo después de terminar tu trabajo del día. Esta práctica dará descanso al cuerpo y a la mente. La tensión del cuerpo se aliviará. Las personas que conocen la ciencia de la relajación no malgastan su energía, pueden meditar bien.
Después de terminar tus ejercicios y Asanas, descansa de espaldas. Mantén las manos a los costados completamente sueltas y relajadas. Esto es Shavasana. Relaja todos los músculos de la cabeza a los pies. Recorre el cuerpo mentalmente de la cabeza a los pies. Puede que encuentres que ciertos músculos no están completamente relajados. Relájalos también. Date vuelta hacia el otro lado y luego relájate otra vez. Esto se hace naturalmente durante el sueño. Hay varios ejercicios de relajación para los músculos particulares de las diferentes partes del cuerpo. Puedes relajar la cabeza, los hombros, los brazos, los antebrazos, las muñecas, los dedos, los muslos, las piernas, los tobillos, los dedos de los pies, las rodillas, los codos, la cintura, etc. Los Yoguis y los luchadores conocen bien la ciencia de la relajación. Cuando practiques estos diferentes ejercicios de relajación, deberás tener en tu mente una imagen de calma y fuerza serena.
Si te gusta, puedes practicar relajación descansando en un sillón después de terminar tus Asanas o ejercicios. Aquellos que conocen la relajación pueden tener una corta siesta de diez minutos en cualquier momento que lo deseen. Las personas ocupadas, los médicos y abogados deberían conocer la ciencia de la relajación. Ellos pueden relajar la mente también y descansar en las salas de esperas de las estaciones de ferrocarril y en los bares. De esa forma, están aptos para más actividad en la corte o el dispensario. La relajación refresca al hombre completamente.
Los estudiantes, periodistas, abogados ocupados, doctores y hombres de negocios deberían conocer la ciencia de la relajación mental y practicarla diariamente. Aquellos que no poseen conocimiento de esta ciencia de relajación interna y externa desperdician considerablemente su energía física y mental. Quienes practican relajación pueden conservar su energía física y mental, y utilizarla para su mayor provecho. Los Yoguis conocen bien esta ciencia. Son perfectos maestros de esta ciencia útil. Aquellos que practican relajación nunca experimentan fatiga. Pueden cerrar los ojos por unos minutos aún estando de pie y prepararse así para más trabajo. La energía fluye en sus nervios cuando ellos se relajan, del mismo modo en que el agua fluye cuando se abre la canilla.
La mujer que no se puede relajar, nunca tiene un buen descanso, no mantiene su belleza. Su rostro muestra signos del cansancio que está sufriendo su cuerpo. No tiene elegancia. Estando en un estado continuo de tensión nerviosa (como sucede con muchas mujeres), envejece antes de tiempo, pierde su presencia y encuentra que la tensión ha drenado toda su energía.
Relájate completamente una vez de mañana y otra en la tarde, por lo menos diez minutos. No importa el trabajo urgente que tengas que hacer, adhiérete a esta regla. Siéntate en una silla muy cómoda o acuéstate en un colchón; levanta las piernas unas dieciocho pulgadas del piso con un almohadón duro debajo de las rodillas y deja que todos los músculos caigan. Si estás acostado sobre un colchón, poner un almohadón debajo de la cabeza relajará los músculos de tu cuello. Cierra los ojos. Pon la mente en blanco.
La idea de elevar las piernas es hacer que la columna esté plana y refrescar los pies dejando que la sangre salga de ellos. Cuando descanses en una silla, levanta las piernas y relaja todos los músculos. Al principio, no te resultará fácil, pero puede convertirse en un hábito.
Hay muchos trabajos que pueden hacerse en la posición sentado – trabajos de zurcidos, arreglos y costura a máquina. Presta atención a sentarte correctamente para evitar la fatiga. Sólo unas pocas mujeres son conscientes del hecho de que una posición defectuosa puede agrandar sus caderas. Nunca te sientes en el borde de la silla. Ubica tu cuerpo bien atrás y ten un almohadón firme para apoyar la parte baja de la espalda. Otra cosa a recordar es elegir una silla de la altura correcta. No cruces las rodillas o las piernas, ni las mantengas separadas. Siéntate con las rodillas y los pies juntos y firmemente plantados en el suelo o en un taburete.
Puede evitarse la fatiga en otras actividades adoptando la correcta postura de pie. Cuando un trabajo requiera que estés de pie durante largo tiempo, mantén las rodillas y los talones juntos. Esto hace un pilar sobre el cual el cuerpo puede descansar. El peso del cuerpo no se carga en una u otra pierna sino que es distribuido igualmente en ambas.