Del mismo modo en que un pájaro vuela en el cielo al amanecer y que vaga por las alturas en busca de comida, a lo largo del día, tiene un completo descanso en su nido en el árbol durante la noche, también el Jiva o alma individual, después de vagar en el denso bosque de los objetos sensuales todo el día, va a su morada llamada Karana Sharira (cuerpo causal) y goza de la felicidad del Sushupti o sueño profundo.
El hombre trabaja duro durante el día de modo de obtener lo que más merece. Es sacudido de acá para allá por las dos corrientes de Raga-Dvesha. Por lo tanto, se cansa. La naturaleza lo toma en su regazo a la noche para aliviar sus nervios cansados y su cerebro, lo refresca y le provee energía nueva y vigor de modo que pueda continuar con sus actividades al día siguiente.
Los Vedánticos hacen un estudio profundo del sueño y sacan conclusiones acerca del Atman que es pura felicidad, que es el testigo silencioso del estado de sueño profundo. La mente asume un estado semejante al de una semilla durante el sueño profundo. Los Samskaras y las Vasanas se vuelven latentes. Todos los Vrittis se calman. La mente que estaba trabajando en el cerebro durante el estado de vigilia se dirige hacia el corazón a través del Sushumna Nadi y descansa en el Atman. Chaitanya o la inteligencia que está asociada con el estado de sueño profundo es Prajña. El Karana Sharira o cuerpo semilla – Anandamaya Kosha o envoltura de felicidad – opera en sueño profundo. El Jiva está muy cerca del Atman. Un fino velo de ignorancia lo separa del Atman. El alma individual se regocija cuando el velo de ignorancia es eliminado y cuando se encuentra cara a cara con Brahman. La Mente, el Prana, los Indriyas y el cuerpo obtienen su poder del testigo silencioso de todas las mentes. Es el alma la que realmente mueve los Indriyas, la mente y el cuerpo, y Prakriti trabaja. Por lo tanto, el Atman es Sarva Karta (la que hace todo) y también Akarta (la que no hace nada), Sarva Bhokta (la que disfruta de todo) y Abhokta (la que no disfruta de nada).
El sueño es el tónico natural y esencial para una vida saludable. Cuanto más sueño profundo uno tenga, más saludable estará. Las horas de sueño necesarias dependen de la capacidad física y mental que tenga para recuperarte de la fatiga. Sin suficiente sueño, no tendrás eficiencia. La cantidad de sueño requerida varía con la edad, el temperamento y la cantidad de trabajo que uno haga. Según un viejo adagio, un hombre debería dormir seis horas, una mujer siete y un tonto ocho. En la medida en que la edad avanza, la persona requiere menos sueño. Un niño necesita diez horas de sueño. Para un hombre de 60 años o más, seis horas de sueño pueden ser suficientes. Los adultos que trabajan duro pueden dormir ocho horas. Los médicos y psicólogos le están prestando mucha atención a la cuestión del sueño en estos días.
Dormir seis horas es completamente suficiente para todo individuo. Acuéstate a las 10 de la noche y levántate a las 4 de la mañana. “Acostarse temprano y levantarse temprano hacen a un hombre saludable, rico y sabio”. Napoleón Bonaparte creía en sólo cuatro horas de sueño. Dormir demasiado hace que el hombre se vuelva torpe y letárgico. Lo que se requiere es calidad de sueño. Aún si tienes un sueño profundo, sin ensueños, durante 1 ó 2 horas, estarás perfectamente refrescado. No se saca ningún provecho de dar vueltas en la cama durante horas. El demasiado dormir causa envejecimiento prematuro y debilita el poder cerebral.
Evita acostarte tarde. Cuando duermas, mantén todas las ventanas y puertas de tu habitación bien abiertas. Cuanto más oxígeno inhales durante el sueño, más refrescado te sentirás a lo largo del siguiente día. No tomes medicamentos para dormir. Si no puedes dormir naturalmente, da una caminata enérgica al aire libre durante quince minutos, con la mente relajada, y luego acuéstate. Seguramente tendrás un sueño reparador.
Por la noche, los órganos de la digestión funcionan completa e ininterrumpidamente. En consecuencia, deberías tener una comida liviana por la noche. No deberías tomar café fuerte ni té. Duerme de costado, especialmente del lado izquierdo. Esto ayuda a vaciar el estómago y permite que fluya el Surya Nadi o Pingala. La comida se digerirá fácilmente si fluye el Nadi Solar por la noche. Acuéstate todos los días a la misma hora. Viste ropa suelta y liviana. No te cubras con frazadas pesadas.
Cuanto te acuestes para dormir, relaja el cuerpo y la mente. Repite alguna plegaria o Shlokas sublimes del Gita o los Upanishads. Pasa las cuentas del rosario durante diez minutos y medita en la forma del Señor y algunos atributos divinos. No construyas castillos en el aire. En ese momento, abandona las intrigas y los planes. Si tienes malos sentimientos hacia alguien, olvídalo. Ten sólo pensamientos placenteros y calmos.
Mantenerse completamente despierto durante la noche se llama vigilia. Obtendrás incalculables beneficios si practicas vigilia en Vaikuntha Ekadashi, Shivaratri y Gokulashtami – el cumpleaños del Señor Krishna. Puedes practicar vigilia también en todos los Ekadashis. El ayuno completo ayuda a controlar el sueño. No es aconsejable controlar el sueño recurriendo al té. No obtendrás fuerza espiritual así, ya que estarás dependiendo de una droga externa.
La mitad de tu vida se desperdicia en dormir. Aquellos aspirantes espirituales que quieran hacer Sadhana rigurosa, deberían reducir su período de sueño gradualmente. Pueden obtener verdadero descanso a través de la meditación. Reduce media hora el período de sueño durante tres meses. Acuéstate a las 10.30 de la noche y levántate a las 4 de la mañana. Durante los siguientes tres meses, acuéstate a las 11 y levántate a las 4. Cuatros horas de sueño serán suficientes. No deberías dormir durante el día. Con el tiempo, deberías convertirte en Gudakesha (conquistador del sueño), como Arjuna y Lakshmana, y descansar en el Nirvikalpa Samadhi de los Yoguis que es pura felicidad, un sueño sin dormir.
El jiva durante el sueño profundo
El Jivatma – el reflejo del Kutastha Brahman – y la mente están inseparablemente unidos. El ser humano recibe el nombre de Jivatma después de desarrollar los Vrittis en la mente. No había Jiva antes de la formación de Vrittis. Éstos envuelven, rodean y llenan a la mente. Ambos, el Jiva y la mente, vagan entre los objetos sensuales mediante la fuerza de las Vasanas. No hay Jiva sin mente.
En sueño profundo, el Jiva descansa junto con la mente en Prakriti o Karana Sharira. Vikshepa Shakti, que es causa de numerosas oscilaciones mentales, no opera en el Jiva durante el sueño profundo. Sin embargo, en este estado de sueño profundo, la mente continúa envuelta por la capa de Avarana o velo de ignorancia. Está en paz, ya que está desprovista de la fuerza de Vikshepa. No es arrastrada de acá para allá. El Karana Sharira es Anandamaya Kosha, la envoltura de felicidad. Por lo tanto, el Jiva goza de Ananda durante el sueño profundo. Él es el Anandamaya Purusha. Es el Prajña. Esta es una visión.
Durante el sueño profundo, la mente deja de reflexionar sobre objetos. La mente entra en la arteria coronaria o el Nadi del corazón, desde allí al pericardio, desde éste al interior del corazón y finalmente descansa en el Mukhya Prana. El Jivatma entra en el Akasha del corazón y descansa en el Kutastha Brahman. Se sumerge en Brahman, en Ananda. Hace una muy buena inmersión en Brahman, su natural Sat-Chit-Ananda Svarupa, del mismo modo en que un peregrino cansado goza de su baño en el sagrado Prayaga. Esta es la segunda visión.
Entonces hay una pregunta natural: “¿Qué principio estaba operando durante el sueño profundo que dejó después un recuerdo en el ego, el Jiva despierto, de que gozó bien de un sueño profundo?” La respuesta llana es que fue el Ser Esencial, el Kutastha conocido como Sakshi.
Esta objeción puede ser respondida sobre el terreno de que hay una mutua atribución falsa de identidad (Paraspara Adhyasa). El Kutastha, que está inexplicablemente mezclado con el Jiva, aunque sea diferente de éste, es el alma interior, por decirlo así, del Jiva. En consecuencia, la experiencia del Kutastha puede llevar al recuerdo del Jiva al que se considera uno con aquél.
Puede objetarse que el recuerdo del gozo del Kutastha en el sueño profundo no puede explicar el recuerdo de gozo del Jiva. Como mucho puede justificar el recuerdo en el Sakshi que es testigo de los tres estados – Jagrat, Svapna y Sushupti.
Tan pronto como te levantas de dormir, dices: “Anoche dormí muy bien. Lo disfruté completamente. Había buena brisa. No sabía nada”. Entonces ¿cuál es ese principio que dice: “Tuve un buen sueño” y cuál es el principio que dice: “No sabía nada”? Según una escuela de pensamiento, la respuesta es que Avidya Vritti dice:”No sabía nada”. Según al texto del Sharirika Upanishad, “Jagrat es el estado que tiene el juego de los catorce órganos – los cinco órganos de percepción, los cinco órganos de acción y los cuatro órganos internos. Svapna es el estado asociado con los cuatro órganos internos. Sushupti es el estado en el que el único órgano activo es Chitta. Turiya es ese estado que tiene el Jiva solo”. Hay Chitta en el estado de sueño profundo. Hay un trabajo sutil de este principio, donde todos los Samskaras quedan grabados, aún durante el estado de sueño profundo. Por lo tanto, Chitta es el principio que recuerda el gozo en el estado de sueño profundo. El Smriti Jñana o conocimiento por recuerdo del placer del sueño profundo es atribuible a este principio Chitta, que estaba trabajando durante todo el sueño profundo. Esta es la tercera visión.
Dormir para mantener la salud
Dormir significa descanso para todos los órganos. El sueño es el agente reconstituyente natural. Provee abundante energía y descanso para el cerebro, los nervios y el cuerpo cansado. El sueño genera un reservorio nuevo de energía nerviosa y recupera las células destrozadas. Es en sí mismo un generador de energía y fuerza.
Aún cuando uno está dormido, cierto principio eterno está siempre despierto. Es el Testigo silencioso de los tres estados – vigilia, sueño con ensueño y sueño profundo. Es el origen, causa, sustrato y soporte de todo. Es el Señor de señores. Es el Alma de todo. La mente descansa en Él durante el sueño y obtiene poder, energía fresca y paz.
Durante el trabajo y aún cuando los miembros están descansando, los nervios tienen que trabajar. Ellos también necesitan relajación. La relajación es necesaria para la salud. El sueño da esta relajación. La relajación perfecta se obtiene en sueño profundo.
El niño recién nacido duerme y duerme. Los primeros días, el niño se mantiene despierto sólo 2 horas diarias. A los cinco años, duerme de 8 a 10 horas. Un hombre maduro necesita 6 horas de sueño. Para una mujer, 7 horas son suficientes. Para un adolescente, 7 u 8 horas son suficientes. El ensueño o sueño alterado no da total relajación. El sueño disminuye después de los cuarenta años de edad.
Ha habido varios ejemplos de hombres famosos que se mantuvieron aptos y activos con menos horas de sueño que las que tiene la mayoría de la gente. Scaliger, el gran académico francés y contemporáneo de Shakespeare, dormía sólo tres horas. Wellington y Sir Henry Thompson, famosos físicos que llegaron a los ochenta años de edad, consideraban que cuatro horas de sueño eran suficientes. Lo mismo hizo Edison, que durante 30 años limitó su sueño al mismo número de horas.
Dormir es una condición de descanso necesaria, no puede ser controlada por reglas estrictas y fijas. Mucho depende de la capacidad física y mental que tenga la persona para resistir la fatiga. Todo depende de la constitución y de la cantidad de trabajo así como de la clase de trabajo que haga durante el día. Aquellos que hayan alcanzado la madurez deberían decidir solos con respecto a la cantidad de horas de sueño que requieren. Acostarse temprano, levantarse temprano hace a un hombre saludable, rico y sabio. Adhiérete a esta máxima sabia.
Duerme con tu cabeza hacia el Este. No duermas con la cabeza hacia el Norte. Puedes dormir con la cabeza hacia el Oeste o hacia el Sur. No te cubras la cara.
Hay que evitar dormir de día, especialmente después de comer, ya que induce a la dispepsia o indigestión, y posiblemente a enfermedades del hígado.
El hábito de dormir a cielo descubierto es muy beneficioso. No duermas de espalda. Duerme del lado izquierdo por la noche. La comida se digerirá fácilmente ya que Surya Nadi estará fluyendo del lado derecho.
Debes conocer la ciencia de la relajación. Si puedes relajar todos los músculos, el cerebro y los nervios, lograrás un sueño profundo ni bien te acuestes.
Si estás familiarizado con esta ciencia de la relajación, podrás relajarte aún mientras trabajas. Podrás echarte una siestecita aún mientras estés sentado en la silla, mientras varias personas estén hablando y riendo, o cuando estén tocando tambores. Una relajación de algunos minutos servirá como gran restaurador. Aquél que tiene perfecto aplomo mental puede relajarse y dormir en cualquier momento. Quien puede relajarse bien puede trabajar mucho. Cambio de trabajo o de postura también es descanso o relajación. La pereza es totalmente diferente de la relajación. La meditación da un descanso perfecto.
Vacía tu vejiga y tus intestinos antes de acostarte. Si quieres tener un sueño profundo, debes regular las horas de tu última comida del día. Si quieres acostarte a las 10 de la noche, termina de comer a las 7. Si comes dentro de las tres horas antes de acostarte, la mitad de la digestión estará hecha antes de que te acuestes y podrás dormir plácidamente.
Antes de acostarte, analiza tus acciones del día. Toma nuevas determinaciones para el día siguiente tales como, “Controlaré la ira. Observaré Brahmacharya. No usaré palabras vulgares o duras. Controlaré la pasión y demás.” Practica Japa media hora. Estudia el Gita, el Ramayana, el Bhagavata o cualquier otro libro religioso durante algún tiempo. Estas buenas ideas espirituales se hundirán profundamente en tu mente subconsciente. Gozarás de sueño profundo. Estarás libre de malos sueños.
Que goces de la felicidad del sueño profundo o Nirvikalpa Samadhi descansando en Turiya, el cuarto estado, por medio de la identificación con el Brahman omnipresente y eterno, el Infinito, y que te liberes así del sueño corriente que es un estado Jada o inerte nacido de Avidya, la ignorancia.