Todo lo que está conforme a la naturaleza debe contarse entre las cosas buenas. – Cicerón

Si estás dispuesto a ayudarle al cuerpo, toda la naturaleza estará contigo. – M.A.

Ayúdate que yo te ayudaré. -Jesús

Muchas acciones sencillas conforman un gran poder. – M.A.

La perseverancia siempre está segura de sanar – M.A.

Cada pequeño esfuerzo que haces, es un golpe gigantesco a la enfermedad. -Consejo

Comienza ya; en la tardanza puede estar el peligro. -Sentencia

¿CUÁL ES EL MEJOR LIBRO QUE EXISTE PARA LA SALUD?

¡Ninguno! Pues los libros no se pueden comer, inyectar ni untar. Cura más una aspirina que todos los libros de medicina juntos. Tampoco sirven las teorías si no se llevan a la práctica. Existen miles de libros en los cuales se detecta un síntoma y se recomienda un remedio; todas las enfermedades se encuentran allí por orden alfabético y ya tienen sus medicamentos asignados.

Otros libros demuestran una terapia y relatan casos clínicos interesantes. Pero cuando el lector termina de leerlos, se queda ahí sentado y ¿qué pasó? Nada.

La AM enseña que las enfermedades incurables no se quitan con «pañitos de agua tibia» y menos consimples teorías. Se requiere entrar en acción decidida aplicando todos los medios que estén al alcance para lograr dejar a la enfermedad sin asiento, sin en dónde asirse.

Toda curación es una realidad – y cuando exista una acción decidida y contundente. 

LA POTENCIA DE DIOS
(3ra potencia del saber comer)

La enfermedad, como todos los seres de este mundo, bien muere cuando se queda sin alimento. ¿Sabes cuál es el alimento de la enfermedad? La suciedad. Todos bañamos nuestro cuerpo diariamente por fuera con buen jabón y agua suficientes; si no lo hiciéramos nos aparecerían hongos en la piel, caspa en la cabeza, picazón en los pies, granos, olores y mil bichos que nos enfermarían en pocos días. Si no fuese por el baño diario estaríamos llenos de enfermedades terribles y, a lo mejor, muertos (digo «a lo mejor» porque sería terrible vivir sucios y llenos de enfermedades en la piel). Ocurre que nuestro organismo interno también requiere bañarse diariamente porque trabaja mucho; las fábricas internas producen abundante basura, la combustión de sus hornos producen hollín (toxinas), el aire que penetra tiene suciedad y mucho más. Lo grave es que hay personas que nunca realizan una limpieza interna; ni siquiera le proporcionan al organismo suficiente agua pura y «jabón» (depurativos) para que el cuerpo lo haga. Si una persona de 20 años en adelante pudiera ver su intestino, se horrorizaría del cúmulo de porquerías que tiene acumuladas allí, formando costras que distribuyen enfermedades y debilitan todo el cuerpo.

Cualquiera sabe cuándo cambiar filtro del carburador del auto para que el aire llegue puro al motor. También cambian el filtro de aceite para librar al auto de impurezas. En cambio ¿quién pone un filtro de aire en la nariz para que no entre la misma contaminación que daña al vehículo? ¿Quién coloca un filtro al intestino para evitar la basura orgánica que se acumula en él?

CUENTO

Un borracho que fue a parar a un templo, casi sin darse cuenta se arrodilló frente al altar en el momento en que el sacerdote iniciaba el reparto de la sagrada comunión. Cuando el sacerdote llegó donde él y notó su lamentable estado de suciedad y abandono, le preguntó: ?Hijo ¿ya te confesaste? El borracho dijo: -iNo! -Entonces, ve primero a limpiar el alma y cuerpo antes de recibir el sagrado sacramento.

Si el méndigo hiciese lo mismo cuando un paciente le llega con una enfermedad rebelde, no existirían enfermedades incurables y muchas personas no hubieran bajado al sepulcro antes  de tiempo. Ningún tratamiento obra completamente si el cuerpo se encuentra en condiciones lamentables de suciedad interna.

¿Qué hace un médico primero, cuando va a tratar a un paciente herido? Lavarle la herida; de resto, no obrarían las medicinas y la herida se infectaría. El absurdo más grande que se puede cometer es tratar de curar sin limpiar; de ahí, dos fracasos tan tristes y numerosos, no obstante contar con fármacos poderosos

Un mecánico, antes de hacer una reparación al carburador, lo lava por completo. Para reparar un motor, lo primero que se hace es una limpieza total de cada una de sus partes. No obstante en el cuerpo humano se iniciantratamientos sin tener en cuenta la carga de contaminantes internos que son, sin lugar a dudas, los causantes escondidos de la enfermedad que se va a tratar. 

DIOS AMA LO LIMPIO – El Corán

LOS SEIS ERRORES MÁS GRANDES EN LA APLICACIÓN DE LA MEDICINA

Existen seis acciones llevadas a cabo por algunos médicos con los cuales han matado a más pacientes que la cantidad de los que supuestamente han logrado aliviar.

El primero, como vimos, es decirles a sus ingenuos pacientes que pueden comer de todo. El segundo es iniciar cualquier tratamiento importante sin realizar antes una limpieza del intestino.

Al comer de todo el intestino se recarga y deja pasar cantidades monstruosas de bacterias y venenos a la sangre. De esta forma la persona experimenta síntomas de fatiga e insomnio.

El mal funcionamiento del tránsito intestinal desemboca en enfermedades cardiacas, cáncer, reumatismo grave, alteración degenerativa del sistema nervioso, etc. De ahí vienen problemas de estrés, dolores menstruales, artritis y una lista que tiene como título: «enfermedades incurables.»

La carne, al carecer de fibras de celulosa, es responsable de la putrefacción intestinal y el cáncer de colon, para empezar la lista de enfermedades antes citadas. Los productos cárnicos desarrollan una flora microbiana altamente agresiva. Los aminoácidos de las proteínas cárnicas, al ser mal digeridos, sufren una decarboxilación la cual produce los aminos tóxicos y, al final, aparecen nada menos que la PUTRESCINA y la cadaverina.

Desconociendo lo anterior, el tercer error que entonces cometen algunos médicos, es «meter drogas caras que no conocen, en un organismo que desconocen». Cosa que se agrava mucho cuando lo hacen por amor al dinero que les rinde la todopoderosa industria farmacéutica. ¡Señores médicos! Esto no está bien y la medicina, esa ciencia maravillosa, está muy mal representada por los medicastros que cometen estos errores.

Es un principio de la Antemedicina que ninguna afección crónica puede desaparecer en tanto el colon no quede totalmente limpio, lo que se hace mediante lavados rectales. El vegetarianismo es la mejor manera dé limpiar el organismo. 

El cuarto error es decirle al paciente que tiene que aprender a vivir con la enfermedad. Decirle a un paciente que se resigne sugiere dos cosas: primero, que la medicina es inefectiva y nada puede hacer por él; y la segunda y más grave aún es decapitarle al paciente la fe, el deseo de luchar, el optimismo por la vida. Esto es negar que el paciente también tenga poderes para sanarse, pues dentro de su cuerpo existe un médico un millón de veces más poderoso que el mejor doctor salido de universidad alguna.

Lo que puede hacer un médico cuando se sienta incapaz ante una enfermedad es sostener una relación cordial y amorosa con el paciente e infundirle la confianza en las Leyes Naturales las cuales son las que sitúan al enfermo en el camino de la curación.

El quinto error es tratar de curar recetando medicamentos y no parando la causa que origina la enfermedad, dejar que siga ahí carcomiendo al paciente mientras se vuelve crónica debido a la toxicidad de los mismos.

El sexto error es recetar reconstituyentes artificiales recargados de elementos en forma desproporcionada, a sabiendas que:

* El cuerpo no los va a asimilar dado el mal funcionamiento del intestino, agravado por las combinaciones erróneas que se hacen al comer.
* Existen verdaderos y perfectos reconstituyentes en las ensaladas y las frutas, que son de fácil asimilación.

ACCIÓN DECIDIDA Y EFECTIVA

Sería ideal contar con el médico para que asesorara al cliente sobre la limpieza efectiva de su tracto intestinal. No obstante, los médicos muchas veces no atienden esta clase de sugerencias de los pacientes, pues en las universidades no los reparan tanto para prevenir enfermedades sino para tratar de suprimirlas.

Recordemos que no es rentable la prevención pues se  quedarían sin pacientes. Ellos estudiaron para quitar síntomas (la Medicina es sintomática) y no para quitar causas. La Antemedicina se orienta a suprimir la causa para que la enfermedad se quede sin sustento, sin dónde asirse, sin campo dónde operar.

En el caso de nuestra limpieza interna, si no se cuenta con el apoyo sincero del médico tradicional. Es bueno acudir a un centro naturista o tienda vegetariana, que allí se encuentra gente pacífica y amable que le puede recomendar varias formas de limpiar el organismo utilizando plantas medicinales. En estas tiendas también se encuentran médicos ilustres que se han dado cuenta que en lo natural está el secreto de la salud. Limpia tu tracto intestinal y volverás a tener la salud de un niño sano.

Cuando la sangre se purifica, la enfermedad desaparece. 

CLASES DE LIMPIEZA

La primera es la limpieza del cuerpo externo, de la ropa y todas las cosas que rodean al individuo, en la casa y en el trabajo. La limpieza en todo atrae la salud.

La segunda es la limpieza inicial. Es conveniente consultar al médico o acercarse a una buena tienda naturista que allí venden excelentes productos de limpieza interna.

La tercera es la limpieza rutinaria. Se realiza bebiendo ocho vasos de agua pura diariamente y comiendo frutas y verduras sin cocción.

La cuarta limpieza es la de la mente. La manera de pensar que luego veremos. Es indispensable tener limpieza mental, pues también la mente hace parte del organismo. Los orientales consideran la mente como un sexto sentido. En el budismo la mente es todo.

La Antemedicina aprueba esto y, además, considera la mente como un órgano más del cuerpo, como lo son los pulmones, el corazón. etc. (Trataremos sobre ella en el capítulo La manera de pensar.)

La quinta es la limpieza del alma, de la cual trataremos en capítulos finales.

Todos los cinco factores de limpieza son indispensables antes, durante y después de cualquier tratamiento. La AM asegura que, sin estas cinco limpiezas, cualquier tratamiento que se realice es como pescar en un río de sólo barro.

De ahí la imposibilidad de curarse que tienen millones de personas y por ende que los esfuerzos médicos no den resultados. De ahí las enfermedades incurables. La persona que posea las cinco limpiezas reacciona positivamente y de inmediato al toque de cualquier tratamiento.

Ninguna enfermedad puede resistir la acción dedos cinco limpiezas.

Cada esfuerzo ve se haga es número ganado; en la gran lotería de la vida, que entrega sus premios sólo a quienes se apuntan. 

Anótate otra potencia y vamos por una más.

EL PODER DE VIGORIZAR: LA POTENCIA DE LAS POTENCIAS
(4.2 potencia del saber comer) 

La Antemedicina enseña que vigorizar es reforzar las defensas, vitalizar el organismo, llenar de energía al cuerpo y alegrar el alma, sentir un nuevo deseo de vivir. ¿Cómo se logra todo esto? Muy fácil: Quitando los alimentos muertos que matan al cuerpo, e ingiriendo alimentos vivos que vigorizan cuerpo, mente y alma al mismo tiempo.

LA FRUTOTERAPIA (CIENCIA)

De las pocas terapias alternas reconocidas como ciencia por las Naciones Unidas, una es la Frutoterapia definida por el bioquímico Ronald Morales. Esta ciencia maravillosa ha comprobado que las enfermedades más rebeldes Se curan definitivamente comiendo frutas.

Las frutas actúan sobre el organismo nivelando el colesterol y el azúcar. Disminuyen la obesidad y, lo más importante, fortalecen al máximo el sistema inmunológico. Prácticamente es imposible que una persona que se alimente en un 40% con frutas pueda enfermar. También es muy seguro que los enfermos graves prácticamente «resuciten» si ingresan al paraíso en que viven quienes gozan del placer inmenso de comer frutas.

La Naturaleza se encarga de curar al que come frutas correctamente. Como se trata de una ciencia inventada por los dioses, que no cabría en libro alguno y deja atrás a cualquier medicina, señalaremos los puntos más sobresalientes sobre algunas frutas:

1. Las frutas han de comerse lejos de las comidas; nunca en combinación con ellas y, lo más correcto, sería reemplazar algunas comidas por frutas solamente porque, a decir verdad, son nuestros verdaderos alimentos. Recordemos aquí la frase célebre de Hipócrates, Padre de la Medicina: «Que tu alimento sea tu única medicina; que tu medicina sea únicamente tu alimento.»

2. Frutas dulces con frutas dulces: frutas ácidas con frutas ácidas. Por ejemplo: al salpicón con papaya y banana no mezclarle piña. El aguacate es una fruta que se comporta bien con las verduras.

3. No endulzar con azúcar refinada pues daña la armonía alimenticia y forma sustancias nocivas, azúcar refinada = dulce veneno = muerte blanca. No utilizar nunca frutas enlatadas en almíbar porque han perdido el increíble 95% de sus cualidades curativas. Además el exceso de azúcar que contienen los enlatados, aparte de las sustancias conservantes, constituye un mal para él organismo.

4. Quien consume frutas enlatadas o en frascos con lujosas y provocativas etiquetas, pierde en salud más de lo que cree ganar: se engaña lastimosamente. Al banano calado al fuego con azúcar la Antemedicina lo llama veneno. Al igual que los dulces, bocadillos de guayaba y de cualquier fruta, pasas, frutas cristalizadas, todo eso la AM los llama ignorancia que produce enfermedad.

5. Las frutas deben de comerse del árbol a la boca después de un buen lavado.

6. Las frutas deben comerse inmediatamente después de partidas, en especial la patilla-sandía o melón de agua. Ésta es la mejor que existe para regular el sistema renal, pero no debe combinarse con nada e ingerirse inmediatamente después de partida. La manzana es bueno comerla sola.

7. La piña es recomendada contra la osteoporosis porque contiene una fórmula natural irremplazable la cual logra que el calcio se fije en los huesos. De nada sirve comer calcio por kilos si éste no se asimila. Las combinaciones que traen los reconstituyentes a base de calcio son muy incompletas y no se aproximan ni en poco a las fórmulas naturales, extremadamente efectivas, que la Naturaleza organizó en las frutas.

8. Pocos alimentos combinan con la leche. La piña y la sandía, nunca.

FRUTAS QUE CURAN ENFERMEDADES INCURABLES

Como se dijo antes, la deficiencia de calcio en el organismo – no se cura comiendo calcio. Se corrige ingiriendo calcio en fórmulas, al extremo complejas, que logran que el calcio se fije en los huesos o dientes. No basta adicionar vitamina D y otras en cantidades desconocidas. Las fórmulas naturales, existentes en las frutas, son imposibles de reemplazar en laboratorio alguno. Si los científicos reunieran todos los elementos que tiene la naranja, no lograrían hacer jugo de naranja. Esto ocurre con los reconstituyentes comerciales; el cuerpo no se restablece metiéndole frascos llenos de componentes puestos ahí al azar, simplemente porque se sabe que el cuerpo los necesita. Silos necesita, pero exige que estén «envueltos» en fórmulas, cantidades y procesos que sólo las frutas pueden proporcionar.

La siguiente es una lista de frutas que curan enfermedades incurables:

Zapote: contra la leucemia. No deja caer el cabello.

Pera: libra de los problemas de próstata.

Piña: limpia el organismo de parásitos y cura las enfermedades de los huesos, incluyendo la osteoporosis.

Durazno, Ciruela: armoniza el sistema endocrino y digestivo.

Granadilla: ayuda al crecimiento de los niños. Inmuniza al cuerpo contra enfermedades.

Mamoncillo: cura los riñones y mejora el sistema renal.

Mandarina: limpia el organismo de los contaminantes más feroces, como el plomo y los causados por la contaminación ambiental y el consumo de carnes.

Breva: la fruta de la mujer: previene los quistes y el cáncer de mama, útero y ovarios; fortalece el cabello. Contra cólicos menstruales. Aumenta la cantidad de estrógenos y ayuda a fijar el calcio en los huesos, combatiendo las enfermedades derivadas de la falta de asimilación del calcio.

Banano, Banana, Plátano: la fruta de la felicidad. Mantiene contenta y de buen humor a la persona que lo consume. A las personas estresadas y «aceleradas» las pone a tono. Quita la depresión y restaura el sistema nervioso. No debe faltar en las personas con debilidad mental o que se cansen fácilmente haciendo trabajos intelectuales.

Ochuva: para tener ojos sanos toda la vida. Evita y arregla el efecto de miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Regula el azúcar en la sangre.

Chachafruto: es la fruta de la eterna juventud. Antioxidante. Detiene el envejecimiento prematuro.

Un día sin frutas es como una noche sin estrellas. – M.A.

Terminamos este capítulo con dos tesoros imposibles de sustituir:

1. Limpieza del organismo es sinónimo de salud.

2. Vigorizar el cuerpo es sinónimo de poder.

Ambas equivalen a poder sanar. Anótate dos superpotencias Más, completando así las cuatro correspondientes al saber comer

3. Masticación y salivación.

4. Equilibrio ácido-básico.

5. Limpieza: cinco clases.

6. Vigorizar. Frutoterapia.

Antes de considerar la forma de pensar -la última parte-, nos interesan algunos temas importantes.

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