Cuando el Padre se une a la Madre, nace el Hijo.
El Padre muy amado; el Hijo muy adorado; el Espíritu Santo muy sabio resplandecen dentro de nuestro corazón.
Cuando un hombre y una mujer se unen, pueden convertirte en Dioses. Así es como la TRINIDAD se hace carne en nosotros. Así es como nuestra Conciencia se Cristifica.
LA TRINIDAD
La trinidad es un elemento importantísimo para el ser en el contexto cósmico.
Por la trinidad existimos ya que la llevamos permanentemente en nuestros cuerpos, desde que la energía se materializa formando el ser.
La trinidad está conformada por el cuerpo material, el espíritu y el alma, dirigidos por el cerebro como procesador de la vida, captando experiencias, a su vez como transmisor y comunicador de experiencias en el contexto social, formando una escala de conocimientos desde la existencia del primer hombre pensante hasta hoy, y continuara su camino, terminando su labor en el hombre solo cuando esta sociedad humana desaparezca o en su defecto cuando hallamos colonizado parte del cosmos.
El cuerpo humano está formado en su mayor volumen por agua, en un 75%, líquidos que transportan los nutrientes esenciales para las células y para el cerebro, líquidos que ayudan con la electrolisis para dar vibraciones, movimiento esenciales en los cinco sentidos y en todos los órganos que dan sentido al ser organizado.
El cuerpo humano como ente organizado transmite energía por todo su cuerpo, dirigida lógicamente por su cerebro el cual direcciona y organiza la energía de cada célula, recargándola de inteligencia permanentemente, dándole orden a las funciones de cada órgano de nuestro cuerpo, para un funcionamiento correcto y equilibrado entre cada célula, cada órgano y el cerebro.
El cuerpo humano es la esencia material de la trinidad o materia ordenada del ser cuántico con funciones específicas en el cosmos, por esta lógica fuimos creados como entes materiales organizados, para ser habitación de los dioses, para ser templo de aprendizaje de dios, para cuidar y transportar energía divina, para ser custodios de los genes.
Pero el cuerpo humano no vive solo, coexiste con el espíritu que es la dinámica del cuerpo, dinámica que forma el cerebro en los primeros años de vida del ser, con experiencia que van forjando la personalidad y el carácter, para convertirse luego en esencia de la vida dando fuerza al movimiento de las acciones, según como hallamos desarrollado el espíritu.
El espíritu es la esencia en las realizaciones, es la fuerza del ser material para mover cada célula en pos de una realización, es el motor de la fe.
El alma es la energía divina, el extracto cósmico de la creación, es el cúmulo de experiencias del ser humano y la suma de todas las experiencias de los seres que existen, han existido y existirán sobre el planeta tierra, reunidas en una sola energía de la cual cada ser, tú, yo y todos poseemos, esa chispa es nuestra propia alma.
Es la trinidad, la que se encuentra reunida en nuestro ser ( cuerpo material, espíritu y el alma ) es por esta razón que debemos mantener un equilibrio perfecto o mejor casi perfecto en comunión con la madre tierra que nos da la vida, nos provee de todo lo que vamos necesitando, es ala madre tierra la que nos da la salud pero también nos la quita, es la madre tierra la que nos da la vida pero también a ella debemos retornarla cuando terminemos nuestra labor, el espíritu queda como ejemplo, como muestra de trabajo, como una huella sembrada en los corazones como enseñanza de humildad, de fe, de bondad o de maldad.
En nuestros cuerpos entonces transportamos, nos convertimos en vehículos del alma, en esa chispa divina que hizo algún día cósmico la creación, siempre llevamos un pedacito de la creación a donde vayamos.
jairvalenciagaspar@yahoo.es
el cerebro no dirige nada