Hemos concluido este libro y me queda la satisfacción de haberle demostrado al mundo, que el materialismo dialéctico de Carlos Marx no resiste un análisis de fondo; es pura sofistería barata, basura, inmundicia, lodo.

La América Latina debe demostrarle a los fanáticos del Marxismo leninismo, que se puede hacer un mundo mejor sin revoluciones de sangre y aguardiente ni golpes de estado, ni castrismo ni dictaduras comunistas.

En este libro hemos señalado el camino de la transformación social. Nos queda la satisfacción de haberle entregado a la humanidad una nueva doctrina social.

Creemos que todavía la DEMOCRACIA EXISTE.

Creemos que podemos crear la DEMOCRACIA.

Creemos que la DEMOCRACIA puede hacer un mundo mejor.

Creemos que el Socialismo Cristiano bien entendido es democracia legítima. Creemos en el Cristo Social.

Creemos que se puede mejorar la situación económica de los pueblos, sin necesidad de asesinar sacerdotes, violar monjas, secuestrar niños y torturar a las gentes.

Creemos que se puede hacer un mundo mejor sin necesidad de suprimir la iniciativa individual.

Creemos que se puede educar a las nuevas generaciones en forma libre, sin necesidad de entregarle los hijos al estado, sin necesidad de materialismo dialéctico, sin ateísmo estúpido, sin esclavitud.

Creemos que podemos mejorar la situación económica de los pueblos, sin necesidad de perder nuestra sagrada libertad.

Creemos que podemos vivir mejor conservando los sagrados derechos del hombre. Libertad religiosa, libertad política, libertad científica, libertad de expresión, libertad artística, libertad filosófica, libertad de vida, libertad de trabajar, libre iniciativa, libre forma de pensar, libre modo de vivir, libre forma de sentir, amar y existir.

Creemos que podemos vivir mejor sin necesidad de perseguir a nadie, sin necesidad de odiar a nadie, sin necesidad de fusilar a nadie.

Creemos que sólo basado en la COMPRENSIÓN CREADORA podemos iniciar la reforma social en el mundo.

Creemos que la cuna de la nueva era está en la América Latina.

Creemos que a partir de negociaciones e inteligencia creadora y alto sentido de cooperación, podemos transformar el mundo.

Creemos que sólo disolviendo el yo, acabaremos con las guerras.

Creemos firmemente que el marxismo leninismo, es conservador y reaccionario.

Creemos que la filosofía positivista es antirrevolucionaria y lo que es peor, horriblemente reaccionaria.

Creemos que la dialéctica marxista está anticuada para la nueva era.

Creemos que sólo el hombre religioso, es verdaderamente revolucionario.

Creemos que las religiones confederadas, pueden acabar con el problema económico de los pueblos.

Creemos que en la América Latina no puede jamás echar raíces el comunismo, porque la América latina es totalmente religiosa.

Creemos que la América latina necesita una nueva doctrina política que sea superior al capitalismo pero que no tenga los defectos del capitalismo; una nueva doctrina política que sea superior al comunismo pero que no tenga los defectos del comunismo.

Creemos que el Cristo Social, el Socialismo Cristiano, es la nueva doctrina de la América Latina. Con esta doctrina los países latinoamericanos se reformarían y luego reformarán al mundo.

Creemos que la América Latina está en estos instantes de crisis mundial, totalmente desorientada mirando los toros desde la valla.

Creemos que la América Latina necesita su propia doctrina y éste es el Cristo Social.

Creemos que la América Latina no comulga con las potencias capitalistas ni comunistas.

Creemos que los latinoamericanos tienen una idiosincrasia psicológica propia, diferente, distinta a la de las grandes potencias que se pelean por el predominio mundial.

Creemos que el latinoamericano sólo puede orientarse con su propia doctrina, el Cristo Social.

Creemos en la República Cristiana del Trabajo.

Creemos firmemente que entre todos nosotros podemos edificar la República Cristiana del Trabajo.

Después de muchos sacrificios hemos concluido este libro y sólo nos queda la satisfacción del esfuerzo cumplido en pro de la humanidad doliente.

PAZ INVERENCIAL.

SAMAEL AUN WEOR.

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