Aquí yo debería mencionar algo acerca del trasfondo de la Primera Guerra Mundial.
Durante el juicio de Gavrilo Princip y Nedelko Cabrinovic, los asesinos de Franz Ferdinand (el heredero del trono de Austria), se reveló que la organización Franco Masónica Gran Oriente estaba detrás de los planes de asesinato, y no la organización nacionalista Serbia Black Hand. Esta enorme provocación, fue planeada en 1912 en Paris, en la calle 16 Rue Cadets, en los cuarteles generales de Gran Oriente.
Nedelko Cabrinovic reveló en la corte cómo los francmasones sentenciaron a Franz Ferdinand a la muerte. El supo esto del francmasón Ziganovic (que fue quien le entregó al asesino Judío Princip, una pistola Browning). Princip era también francmasón. La sentencia fue ejecutada el 28 de Junio de 1914.
Todo esto acorde al reporte estenográfico de la corte publicado en el libro de Alfred Mousset’s “L’Attentat de Sarajevo”, Paris, 1930.
Posteriormente esta información fue silenciada.
También se mantuvo en secreto el atentado que se realizó para asesinar a Grigori Rasputin en Pokrovskoye en Siberia, exactamente al mismo tiempo. Rasputin era el Mago de la corte del Zar, y el favorito de la Zarina, y estaba decididamente en contra de que Rusia fuera envuelta en una guerra mayor (Colin Wilson “The Occult”, London, 1971, p.
500). El Príncipe francmasón Felix Yusupov consiguió matar a Rasputin el 29 de diciembre de 1916.
El francmasón austriaco y bolchevique, Karl Radek (Tobiach Sobelsohn), estaba al tanto de esto. El siempre estuvo muy bien informado.
De el tiempo que vivió en Paris, que Radek conocía a Ziganovic personalmente. El trató de revelar los secretos acerca de la guerra durante el juicio en su contra en Moscú en 1937, pero los lacayos de Stalin le dispararon. No le dieron otra opción de hablar y se llevó estos secretos a su tumba (Molodaya Gvardiya, Nº 2, 1991, p.121).
Cuáles eran los motivos de Gran Oriente? Yo no necesito especular aquí.
Es mejor citar fuentes Sionistas. El periódico Sionista Peiewische Vordle escribió el 13 de enero de 1919: “El judaísmo internacional … cree necesario forzar a Europa a una guerra, de manera de impulsar una nueva era judía en el mundo.” El periódico Británico ‘Verdad Israelí’ escribió en 1906: “Debemos prepararnos nosotros mismos para grandes cambios producto de una Gran Guerra que asolará a la gente de Europa”.
El periódico judío Hammer fue inusualmente franco justo antes del golpe de Febrero: “La fe del imperio Ruso ha sido apostada a una sola carta … no hay salvación para el gobierno Ruso. El judaísmo ha decidido esto, y así deberá ser”.
Litman Rosenthal explicó en el periódico Estadounidense Jews’ News el 19 de septiembre de 1919, que la Primera Guerra Mundial se logró a través de las intrigas Judías, y que todo esto fue planeado en Basel en 1903.
En el periódico Le Contemporain, el rabino Reichhorn demostró que estos planes eran de larga data anterior, del 1º de julio de 1880: “DEBEMOS FORZAR AL PUEBLO JUDÍO A UNA GUERRA, EXPLOTANDO SU ORGULLO, ARROGANCIA Y ESTUPIDEZ. SE DESGARRARÁN A PEDAZOS. SERÁN FORZADOS DEJAR SUS PAÍSES, Y NOSOTROS SEREMOS CAPACES DE DARLES UNO A NUESTRO PUEBLO. ” Al mismo tiempo, el plan consistía en que la guerra mundial disminuiría el éxito de los alemanes en el mercado mundial, acorde al historiados Gary Allen.
Karl Heise publicó el mapa francmasón Británico de Europa de 1888. El mapa presentaba los nuevos límites territoriales, los cuales se hicieron realidad después de la Primera Guerra Mundial (Pekka Ervast, “Vapaamuurareiden kadonnut sana” / “The Freemasons’ Lost World”, Helsinki, 1965, p. 78). Su interesante libro “Entente – Freimaurerei und Weltkrieg”, un análisis del rol traicionero de los francmasones preparando el origen de la Primera Guerra Mundial, fue publicado en Basel en 1919.
En el periódico Truth, en diciembre de 1890, se publicó un mapa que representaba los límites de Europa, que se harían realidad en 1919. Tres imperios habían desaparecido. Esto fue publicado como una sátira: “¡Miren lo que les ha sucedido a los oponentes de los francmasones!”. Pero en 1919, ya nadie seguía riendo.
Tal como lo he relatado antes, Parvus también financió el dinero para el intento de golpe 1905.
Ahora, cuidó bien de Lenín. Lo hizo editor del periódico Iskra ya en 1901, desde su casa en un suburbio de Munich, y también organizó una imprenta en Leipzig. Parvus se aseguró que el periódico llegara a Rusia. Parvus incluso permitía a Lenín vivir en su piso en Zurich. (Lenín vivió en Suiza entre 1914 y 1917.) Parvus había explicado a Lenín que la organización de la revolución necesita dinero y que más dinero aún era necesario para permanecer en el poder. Parvus sabía de lo que estaba hablando, ya que el actuó como consejero financiero de los turcos y de los búlgaros durante las guerras balcánicas, 1912-1913. Al mismo tiempo se hizo inmensamente rico a través de su negocio en el tráfico de armas. Parvus había trabajado desde Salónica en Grecia dónde entró en contacto con la poderosa organización Masónica local.
La fuerza más importante detrás de él era el Príncipe Volpi di Misurata – quizás el hombre más poderoso en Venecia – quién ayudó Parvus con la finanzas, tratos y contactos Masónicos. Fue este Volpi quien, en octubre de 1922, llevó al socialista-fascista Benito Mussolini al poder, haciendo que el Rey lo nombrara Primer Ministro. Parvus estuvo también detrás de la fundación de Libia en 1934.
Mussolini se había puesto especialmente contento con el asesinato de Stolypin, Primer Ministro ruso, a quien llamó en un artículo «el tirano del Neva (río)». Volpi fue Ministro de Finanzas en el Gobierno de Mussolini. Volpi había estado en el centro de los círculos financieros que provocaron la Guerra balcánica en 1912-1913. (The New Federalist/El Nuevo Federalista, 11 de septiembre de 1987). En 1916, Alexander Parvus sugirió que el gobierno alemán debería financiar a Lenín y su Partido más intensivamente.
Ellos podrían lograr una paz por separado con Alemania si alcanzaran el poder en Petrogrado.
También estaba claro para los alemanes que los bolcheviques podrían debilitar eficazmente a Rusia.
El consejero sionista del Kaiser, Walter Rathenau (1867-1922), quién era un rico empresario industrial, también recomendó financiar a los Bolcheviques.
El embajador de Alemania en Copenhague, Count Ulrich von Brockdorff-Rantzau, que era un conocido francmasón del Grado 33 e Illuminatus, era de la misma opinión.
(Nesta Webster y Kurt Kerlen, «Boche y bolchevique», Nueva York, 1923, Pág. 33-34.) Parvus era cercano a él y ejercía gran influencia sobre él. El propio Parvus logró 20 millones de marcos de esta sugerencia.
Fue la carta de Ulrich Brockdorff-Rantzau el 14 de agosto de 1915 la qué finalmente decidió el asunto del apoyo financiero a los Bolcheviques.
Esta carta, dirigida al Vice Ministro-estatal alemán, resumía una discusión entre Brockdorff-Rantzau y Helphand-Parvus. El embajador recomendaba emplear a Helphand para minar profundamente a Rusia ya que «él es un hombre sumamente importante cuyo inusual poder, tendríamos que se capaces de utilizar durante la guerra«. Pero el embajador agregó una advertencia: «Es probablemente peligroso usar las fuerzas que están detrás de Helphand, pero si nos negamos a usar sus servicios, ya que tememos no poder controlarlos, ciertamente, sólo demostrará nuestra debilidad.» (Profesor Z. A. B.
Zeman, «Alemania y la Revolución en Rusia, 1915-1918. Documentos de los Archivos del Ministerio del Exterior alemán, Londres, 1958, pág. 4, Documento 5.) En realidad, el primer traslado de cinco millones de marcos del Ministerio del Exterior alemán a los Bolcheviques para «propaganda revolucionaria» ya había ocurrido el 7 de junio de 1915. El agente Estonio de los alemanes, Aleksander Keskula, actuó como uno de los intermediarios en el traslado. Su cooperación con los alemanes comenzó el 12 de septiembre de 1914.
Keskula se reunió con Lenín la primera vez, el 6 de octubre de 1914. Lenín también tenía exigencias que hacerles a los alemanes. Exigía entre otras cosas, la oportunidad de ocupar India.
Algunas poderosas fuerzas norteamericanas tenían exactamente el mismo interés en usar a los «revolucionarios». Fue principalmente la Corporación Internacional Norteamericana, con John Pierpoint Morgan Jr. (1867-1943) a la cabeza, quienes intentaban ganar el control de esos especuladores y aventureros internacionales según Antony Sutton (Doctor en Economía). (Antony Sutton, «Wall Street y la Revolución» Bolchevique, Morley, 1981, pág. 41.) Fueron sobre todos, Jacob y Mortimer Schiff, Félix Warburg, Otto H. Kahn, Max Warbur, Jerome J. Hanauer, Alfred Milner y la familia del cobre Guggenheim quienes financiaron a los Bolcheviques, según el historiador judío David Shub.
Un documento (861.00/5339) en los archivos del Departamento Estatal norteamericano confirma esto. Se mencionan además dos nombres en este documento: Max Breitung e Isaac Seligman. Todas estas personas eran judíos y francmasones.
Según el mismo documento, los planes para deponer al Zar fueron diseñados en febrero de 1916. Siempre hay algunas personas que se benefician de las guerras y revoluciones. No debemos olvidar esto cuando buscamos entender la historia.
El banquero Sionista y francmasón, Max Warburg, jugó un importante rol en el financiamiento de la propaganda comunista en Rusia. Logró que el empresario industrial Hugo Stinnes estuviera de acuerdo en dar dos millones de rublos para la actividad de publicaciones de los Bolcheviques el 12 de agosto de 1916. (Zeman, «Alemania y la Revolución en la Rusia, 1915-18. Documentos de los Archivos del Ministerio del Exterior alemán, Londres, 1958, pág. 92.) Así, existen un gran número de documentos que muestran que Max Warburg y otros judíos super-adinerados apoyaron el Comunismo.
Estas asertos simplemente no se conocen, tal como ciertos sabelotodos han afirmado. Max Warburg era el banquero más rico y más poderoso en Alemania. The periodical Hammer/El Martillo periódico (No. 502, el 15 de mayo de1923) lo llamó «El Emperador Secreto».
El hermano de Max Warburg, Paul, se casó con Nina Loeb, la hija del banquero judío Salomón Loeb. Los Kuhn, Loeb & Co. eran el sindicato bancario más poderoso en los Estados Unidos. Otro de los hermanos de Max Warburg, Félix, se casó con Frieda Schiff que era la hija de Jacob Schiff. Este último era uno de los hombres más importantes dentro de Kuhn, Loeb & Co.
La familia de Schiff y la familia de Rothschild poseían una compañía gemela en Frankfurt am Main ya en el Siglo 18. Jacob H. Schiff descendía de una distinguida familia rabínica. Llegó a Nueva York en los años 1860. Fue Rothschild quien lo preparó.
Schiff comenzó comprando el mismo en Kuhn, Loeb & Co. con dinero de Rothschild. Paul y Félix Warburg se transformaron en dueños de una parte de Kuhn, Loeb & Co.
Alexander Parvus comenzó a preparar a los Bolcheviques para la toma del poder ya en 1916. Estaba seguro que Lenín tenía todo el dinero que era necesario. (Igor Bunich, «El Oro del Partido», St. Petersburgo, 1992, pág. 34.) De esta manera, Lenín y Parvus recibieron un total de seis millones de dólares en oro. (Karl Steinhauser, «EG – La Super URSS del mañana», Viena, 1992, pág. 167.) Entretanto, en el movimiento «revolucionario» se reclutaron tantos judíos extremistas como fue posible. El judío alemán Karl Kautsky (1854-1938) enfatizó que «los judíos en Rusia tienen sólo un verdadero amigo – el movimiento revolucionario«. Los judíos comprendían entonces, entre un 30 a 55 por ciento del Partido bolchevique.
Dostoyevsky predijo que los judíos esclavizarían a los rusos para que éstos se transformaran en sus mulas de carga y que los judíos beberían la sangre del pueblo.