El Profesor de historia, N. Vasetsky, escribió personalmente en Literaturnaya Gazeta en enero de 1989 que Stalin dio la orden para asesinar a Trotsky. «Es hora de acabar con Trotsky«, dijo él. (Aftonbladet, 17 de enero de 1989.) Stalin no podría olvidar el insulto del pasado. Esta información viene de los archivos soviéticos.
Se afirmó antes en la Unión Soviética que Trotskystas frustrados le asesinaron.
Leonid (Naum) Eitington, Coronel en el NKVD, reclutó al comunista español, Ramón Mercader, para cometer el asesinato. Eitington había sido amante de la madre de Ramón Mercader, el español que también era un experimentado montañero, se infiltró el círculo de estudios más íntimo de Trotsky en su casa en Coyoacan, entonces un suburbio de México, D.F.. Mercader aplastó el cráneo de Trotsky con un piolet de montaña, el 20 de agosto de 1940. Trotsky murió un día después, el 21 de agosto. Desgraciadamente, sus dementes ideas no murieron con él. Vi una parte de un perturbador graffiti en una pared en Tarifa en el sur de España el 28 de marzo de 1993: «Los negocios de Lenín y Trotsky subsisten«.
Stalin también asesinó a la mayoría de los Trotskystas. Ellos estaban entonces en los campos de concentración. En abril de 1938, Stalin dio las órdenes para ejecutar al hermano mayor de Trotsky, Alexander Bronstein. En julio del mismo año, el secretario de Trotsky, Rudolf Klement, fue encontrado decapitado en el río Sena en Francia. El hijo de Trotsky, León Sedov, fue envenenado en un hospital de París.
En 1989, hubo también un deshielo para los escritos de León Trotsky en la Unión Soviética. El periódico Komsomolets (Moscú) publicó varios de los artículos de Trotsky en agosto de 1989.
En el verano de 1990 las autoridades en México, D.F. abrieron un museo de Trotsky. Varios cientos de mexicanos alabaron su memoria en el aniversario 50 de su muerte el 21 de agosto de 1990 (Dagens Nyheter, 22 de agosto de 1990).
El nieto de Trotsky, Esteban Volkov, lamentaba que no había un museo de Trotsky todavía en Moscú.
Los Trotskystas en Rusia lograron formar su propio Partido Democrático de los Trabajadores en marzo de 1992 y prometieron reinstalar el Comunismo tal como fue antes de la perestroika de Gorbachev. (Aftonbladet, 22 de marzo de 1992.) ¿Tan poco hemos aprendido de la violencia y el terror? ¿Cuándo bastante será bastante? El bisnieto de León Trotsky, David Axelrod, también siguió en la tradición terrorista. Emigró de la Unión Soviética a Israel dónde fue arrestado a sus 28 años, el 12 de junio de 1989, por haber destruido propiedad de Palestinos e insultar después a algunos soldados israelitas, según informa la agencia Reuter.
El asesino de Trotsky fue sentenciado a 20 años de cárcel. En 1960 se mudó primero a Checoslovaquia y después a Moscú dónde fue proclamado como un héroe de la Unión Soviética y se le entregó una estrella de oro por su acto. Se cambió posteriormente el apellido a López. Ramón Mercader murió en noviembre de 1978 en La Habana a los 65 años de edad.
Así es el cuadro no retocado del «héroe de la revolución» Leiba Bronstein y su herencia misantrópica que ha sido ocultada de nosotros por tanto tiempo detrás de hábiles mitos.
El fanático Trotsky quería usar, más aún, la fuerza y la violencia contra los campesinos que Stalin y su consejero principal, Lazar Kaganovich. Junto con Lenín, Trotsky gritó: «¡Muerte a ellos!» Había seis millones de campesinos en Rusia. «¡Muerte a ellos!» Se ha afirmado que Lenín era el cerebro de la revolución y Trotsky el alma. ¡Que alma más monstruosa!. Forjó un enorme estrago en Rusia para dominar a sus habitantes.
Mientras los Trotskystas afirman que su maestro nunca tejió intriga alguna, nosotros podemos con la ayuda de documentos y de sus propias citas confirmar que Trotsky fue un sádico particularmente sucio que destruyó todo lo de valor y finalmente se transformó en un simple idiota, un demagogo hábil y un criminal infortunado que murió horriblemente.
Trotsky fue sin dudas el «revolucionario» más cruel y más peligroso en el mundo, que ordenó literalmente disparar a millones de rusos. Tomaba a los hijos rehenes y, si era necesario, ordenaba asesinarles. Fue Trotsky quien soltó a los criminales de las prisiones y con ello también aterrorizó a la gente. Trotsky era un diablo duro, frío, tal como el historiador sueco Peter Englund, (fue un activo Trotskysta) lo caracterizó. (Expressen, 21 de agosto de 1990.) Tenía tanto mal satánico en él, que todo lo que aprendimos sobre la inquisición de la Edad Media palidece en comparación. El brutal Trotsky desarrolló con éxito las violentas tradiciones de los Jacobinos. Fue Trotsky quien dijo: «Nosotros no necesitamos ningún Ministro, pero usaremos los Comisarios del Pueblo«. (Los Jacobinos en Francia habían usado Comisarios.) Junto con Lenín, Trotsky propagó los Estados Unidos del Mundo. En octubre de 1917 dijo: «Los Estados Unidos de Europa deben ser fundados«. Junto con Lenín, introdujo la ocupación cruel de Rusia por la caquistocracia roja (gobierno de los incompetentes, corruptos) que tuvo que pagar un precio enorme por este crimen destructivo.
Es fácil de entender la lógica detrás de aquellos que popularizaron y extendieron los mitos sobre Trotsky. Ya que Stalin era malvado, Trotsky debe haber sido bueno.
Pero eran ambos malvados. Stalin tan sólo no tenía talento y le faltaban las ideas propias. Ni Stalin ni Trotsky tenían algún amigo personal.
El film de caracterización «Trotsky» se exhibió en el otoño de 1993. Por primera vez se mostró que tipo de monstruo fue realmente Leiba Bronstein. El contenido de la película es verdadero y está basada en hechos bien documentados…
Pero ahora es el momento para relatar cómo fue realmente fundado el estado marxista más brutal en el mundo…