trotsky-2Leiba Bronstein se transformó en francmasón en 1897, y más tarde llegó a ser un Illuminatus de alto nivel de jerarquía a través de su amigo Alexander Parvus. También mantenía contactos con B’nai B’rith, la orden Masónica judía que había ayudado a los «revolucionarios» judíos previamente en Rusia. Un hombre llamado Jacob Schiff, Presidente de la Casa Bancaria Kuhn, Loeb & Co. y favorito de Rothschilds, se hizo cargo de los contactos entre el movimiento «revolucionario en Rusia» y B’nai B’rith. (Gerald B. Winrod, «Adam Weishaupt – Un Diablo Humano», pág. 47.) Leiba Bronstein empezó a estudiar la francmasonería y la historia de las sociedades secretas seriamente en 1898, y continuó estos estudios durante los dos años que pasó en prisión, en Odessa. Escribió notas que sumaban más de 1.00 páginas. «Internationaler Freimaurer-Lexikon» (Vienna/Munich, 1932, pág. 204) renuentemente admite que Leiba Bronstein-Trotsky llegó al Bolchevismo a través de este estudio de francmasonería.

Como Comisario del Pueblo para los Asuntos Militares, Trotsky introdujo el pentagrama – la estrella de cinco puntas – como símbolo del Ejército Rojo. Los Cabalistas habían tomado este símbolo de magia negra de las brujas en la antigua Caldea.

Con la ayuda de Alexander Parvus, Trotsky llegó a la conclusión que el verdadero propósito de la francmasonería era eliminar los estados nacionales y sus culturas e introducir un estado mundial Judaizado. Esto también se declara en «La Iniciación Secreta en el Grado 33»: «La Francmasonería es nada más y nada menos que la revolución en acción; la conspiración permanente«.

Bronstein se transformó en un convencido internacionalista que, por el diligente cuidado de Parvus, aprendió que el pueblo judío era su propio Mesías colectivo y que lograrían el dominio sobre todos los pueblos a través de mezclar sus razas y de la eliminación de los límites nacionales. Una república internacional sería creada, dónde los judíos serían el elemento gobernante, ya que ningún otro podría entender y controlar las masas. Leiba Bronstein se transformó en miembro de la Logia Masónica francesa, ‘Art et Travail’ a la que Lenín también pertenecía, pero también se unió a B’nai B’rith, según el cientista político Karl Steinhauser («EG – Die Super – UdSSR von morgen» / «EU – la Nueva Super-URSS de mañana», Viena, 1992, pág. 162). León Trotsky se transformó en miembro de la orden Masónica judía B’nai B’rith en Nueva York, en enero de 1917. (Yuri Begunov, «Secret Forces in the History of Russia»/»Las Fuerzas Secretas en la Historia de Rusia», St. Petersburgo, 1995, pág. 138-139.) Trotsky ya era miembro de la francmasonería de Misraim-Memphis.

Winston Churchill confirmó en 1920, que Trotsky también era un Illuminatus. (Illustated Sunday Herald, 8 de febrero de 1920.) Eventualmente Trotsky alcanzó una posición muy alta dentro de la francmasonería, ya que él pertenecía a la Logia Shriner, a la cual se podían unir sólo francmasones del Grado 32 y superior. Franklin Delano Roosevelt, Alejandro Kerensky, Bela Kun y otros políticos importantes también han estado entre éstos pocos seleccionados. (Profesor Johan von Leers, «The Power behind the President»/»El Poder detrás del Presidente», Estocolmo, 1941, pág. 148.)

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