El 12 de abril, el judío Friedrich Hecker organizó un alboroto en Baden.
El 15 de mayo los francmasones comenzaron la segunda rebelión en Viena, después de la cual obligaron que el emperador abdicara.
La «revolución» en Bohemia (ahora Czechia) culminó con la rebelión en Praga el 12 de junio de 1848. Esta fue aplastada casi inmediatamente, el 17 de junio.
Según la Enciclopedia Soviet-Estonian, esta acción fue organizada en Praga por el Illuminatus Mikhail Bakunin, tal como lo fue la «revuelta» en Dresde el 3 de mayo de 1849, que también fue aplastada rápidamente, fue después de esto que Bakunin huyó de la ciudad el 9 de mayo. Bakunin había sido miembro del gobierno revolucionario temporal en Dresde. Posteriormente fue sentenciado a muerte y extraditado a Rusia. En 1861, escapó de Siberia a Japón y luego regresó a Europa.
El 22 de junio de 1848, nuevos disturbios fueron instigados en París. El 18 de septiembre, fue organizada la rebelión en Frankfurt. El 6 de octubre, fue hecho un tercer intento de ‘revolución’ en Viena. Adolfo Fischhof tomó el puesto de jefe del comité de seguridad. Se transformó en un verdadero dictador en Austria.
La «revolución» fue aplastada afortunadamente el 31 de octubre.
El 5 de noviembre, la rebelión comenzó nuevamente en Roma. Todo esto se repitió en muchos lugares a través de Europa. En Italia, la república revolucionaria fue liquidada el otoño de 1849. Las milicias populares también fueron organizadas durante esta ola de revoluciones.
Detrás estas acciones alrededor de Europa en 1848 (Austria, Italia, Francia, Hungría, Bohemia, Alemania, Suiza, Dinamarca y Suecia), fue una conspiración Masónica, según Nesta Webster («La Revolución Mundial», Londres, 1921, pág. 156).
Marx y Engels fueron a Cologne en abril de 1848, dónde fundaron un periódico comunista, Neue Rheinische Zeitung, la primera edición de este salió el 1º de junio. Su propósito era ampliar la propaganda.
El fundador del Illuminati, Adam Weishaupt, había declarado: «Es necesario hacer que nuestros principios sean modernos, entonces los escritores jóvenes podrán diseminarlos en la sociedad y por ello servir nuestros propósitos.» Enfatizaba que se debía influenciar a los periodistas, para que ellos no alberguen dudas sobre los escritores llluministas.
Eventualmente la ‘revolución’ en Alemania fue aplastada completamente y Marx fue desterrado en mayo de 1849. Antes de esto, logró escribir en su periódico: «Somos implacables y no pedimos ninguna clemencia. Cuando sea nuestro turno, no esconderemos nuestro terrorismo» («Karl Marx: Eine Psychographie» por Arnold Kunzli, Viena, 1966.) Disraeli reveló cómo el Illuminati, dirigido por los judíos, estaba detrás de los problemas en Europa en la primavera de 1848: «Cuando las sociedades secretas, en febrero de 1848, sorprendieron a Europa, ellas mismas estaban en sí sorprendidas por la inesperada oportunidad, y que tan poco capaces fueron de usar la ocasión, que si no hubiese sido por los judíos, quienes desgraciadamente en los últimos años han estado conectándose con estas asociaciones no cosagradas, por imbéciles que fuesen los gobiernos, los inesperados estallidos no habrían asolado Europa.» (Benjamín Disraeli, «Lord George Bentinck: una Biografía Política», Londres, 1882, pág. 357.) También esta cita muestra cuán cuidadosamente el Illuminati había planeado esta ola de destrucción que una vez tiene un alto punto con el terror en Polonia en 1863.
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