Después de esto, el ministro del interior socialista alemán, Carl Severing, descubrió que los nacional socialistas de Adolf Hitler estaban recibiendo vastas sumas de dinero del exterior.
Él de inmediato informó al canciller, Heinrich Bruning, quien bastante después dio la orden de parar el discurso de Hitler a los estadunidenses del 11 de diciembre de 1931.
Carl Severing ordenó a su asistente el Dr. Abegg, para que averiguara todo lo que concerniera a Hitler y a aquellos que le suministraban dinero, con el propósito de llevar a Hitler a la corte.
Hitler además carecía de la ciudadanía alemana.
El gobierno acordó una reunión, donde de acuerdo a registros secretos, el comandante general Kurt von Schleicher dijo que los montos recibidos por Hitler eran mucho menores de lo que declaraba.
Schleicher se convirtió en canciller el 2 de diciembre de 1932.
El partido necesitaba de 80-100 millones de marcos.
Esta información vino del líder de la SA, Ernst Rohm, quien luego fue reconocido como un pedófilo.
La SA recibió el dinero del fondo secreto del Recihswehr, pero el monto era bastante modesto.
La campaña electoral ya había comenzado y las autoridades no tenían tiempo suficiente para investigar las fuentes secretas de las finanzas de Hitler.
Era bien sabido, no obstante, que Hitler tenía acceso a grandes sumas para cubrir los costos de propaganda.
Ya el 20 de diciembre de 1922, el New York Times declaró que el fabricante de autos, Henry Ford, financió al movimiento anti-semítico nacional socialista de Hitler en Múnich.
El Berliner Tageblatt publicó una protesta contra el involucramiento de Ford en la política alemana.
Hitler más adelante agradeció a Ford en una carta por su generosa contribución a los nazis.
Henry Ford fue también un masón (Palestine Lodge No. 357, Detroit, Michigan, 1894).